Investiga EU si los síntomas de sus diplomáticos en Cuba lo causó un virus
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Todd Brown, director adjunto de Seguridad Diplomática, indicó durante la audiencia que, aparte de la posibilidad de ataques acústicos, se están considerando otras posibilidades, y citó entre ellas un ataque "viral".
La Administración de Donald Trump estudia si un virus pudo ser el origen de los problemas de salud sufridos por 24 de sus diplomáticos en Cuba, según indicó hoy un alto funcionario del Departamento de Estado en el Senado estadounidense.
Bajo la presidencia del senador republicano Marco Rubio, el Comité de Relaciones Exteriores del Senado celebró una audiencia sobre los presuntos ataques, cuyo origen se desconoce y que, según el Gobierno estadounidense, tuvieron lugar entre finales de 2016 y agosto de 2017.
Todd Brown, director adjunto de Seguridad Diplomática, indicó durante la audiencia que, aparte de la posibilidad de ataques acústicos, se están considerando otras posibilidades, y citó entre ellas un ataque "viral", es decir, que alguien deliberadamente infectara a los estadounidense con un virus.
"Los síntomas acústicos podrían ser parte de otro ataque", dijo Brown. "Hay una variedad de cosas que los expertos técnicos están mirando".
Es la primera vez que la Administración norteamericana admite no estar segura de que los síntomas de sus diplomáticos se deban a un ataque acústico.
En la audiencia testificó también el subsecretario de Estado en funciones para Asuntos del Hemisferio Occidental, Francisco Palmieri, y el director médico del Departamento de Estado, Charles Rosenfarb.
A preguntas de Rubio, uno de los mayores críticos de la política de deshielo con Cuba que implementó el presidente demócrata Barack Obama, Brown dijo no poder garantizar que los diplomáticos estadounidenses puedan estar seguros en Cuba ya que no se sabe qué causó los síntomas.
Palmieri insistió en que es difícil creer que los ataques ocurrieran sin que el Gobierno de Raúl Castro lo supiera y recordó que tanto el presidente Trump como el secretario de Estado, Rex Tillerson, han asegurado que el Ejecutivo cubano "tiene responsabilidad en ellos".
La audiencia, que duró en torno a una hora y cuarto, se celebró después de que hace unos días se filtrara a medios estadounidenses un informe del FBI según el cual no se han encontrado evidencias de un ataque acústico.
Estados Unidos asegura que desde noviembre de 2016, 24 diplomáticos que trabajaban en Cuba y familiares han sufrido alteraciones en su estado de salud por unos ataques de origen desconocido que les han causado síntomas como pérdida de audición, mareos, zumbidos, dolores de cabeza, fatiga, problemas cognitivos y dificultades para dormir.
A finales de septiembre ordenó la retirada de más de la mitad de su personal en la embajada caribeña y poco después expulsó a 15 diplomáticos cubanos de Washington.
El asunto ha alimentado la tensión en unas relaciones bilaterales que el demócrata Barack Obama y Raúl Castro retomaron en 2015 tras más de 50 años de ruptura. Ya sufrieron cuando Trump anunció en junio cambios en la política norteamericana hacia Cuba que pasan, entre otras cosas, por un endurecimiento del embargo y por una mayor limitación de los viajes de los estadounidenses a la isla.
Cuba no ha puesto en duda los problemas de salud que han sufrido los estadounidenses, pero sí aseguró que no responden a ningún ataque. A principios de noviembre, su ministro de Exteriores, Bruno Rodríguez, acusó a Washington de mentir para dañar las relaciones entre los dos países.