Kerry busca estabilizar gobierno de unión en Afganistán
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Fue la segunda visita de un alto funcionario estadunidense a una nación que Estados Unidos desea estabilizar desde hace tiempo.
El secretario de Estado de EU John Kerry y el ministro de Relaciones Exteriores de Afganistán Salahuddin Rabbani, durante una reunión bilatreal en el Palacio Char Chinar en Kabul. Foto Ap
Kabul. El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, confiaba en que una breve escala en Afganistán el sábado le ayude a promover la cooperación de un gobierno de "unidad" que ha demostrado poca capacidad para dirigir al país menos de dos años después de su contribución para instalar al equipo dirigente.
Fue la segunda visita de un alto funcionario estadunidense a una nación que Estados Unidos desea estabilizar desde hace tiempo.
El viernes en Bagdad, respaldó los esfuerzos del primer ministro iraquí por zanjar una crisis política y destacó la importancia de tener "un gobierno unificado y en funcionamiento" para enfrentar al grupo extremista Estado Islámico.
En Kabul, Kerry programó una reunión conjunta con el presidente afgano Ashraf Ghani y su rival, el ejecutivo Abdullah Abdullah, y más adelante se proponía hablar con cada uno de ellos por separado. Se anticipaba que participaría también en conversaciones sobre seguridad, gobierno y desarrollo económico.
Afganistán sigue mayormente en estado anárquico, afectado por la corrupción y enfrentado a la persistente insurgencia talibana.
"Tenemos que asegurarnos de que el gobierno de unidad nacional esté haciendo todo lo posible por ser unificado y cumplir con el pueblo de Afganistán", dijo Kerry al canciller Salahudin Rabbani y otros funcionarios. Agregó que pedirá a Ghani y Abdullah que dejen de lado sus "divisiones faccionales".
Los desafíos que enfrenta Afganistán no difieren mucho de los que Kerry encontró el viernes en Irak.
Estados Unidos invadió ambos países durante el gobierno del presidente George W. Bush y esperaba impulsar democracias estables. No ocurrió así, pese a que Washington invirtió unos dos mil millones de dólares hasta ahora y miles de estadounidenses han muerto en operaciones militares.
Los gobiernos de ambos países carecen de control sobre áreas significativas. La guerra de Afganistán contra el Talibán entra en su decimoquinto año. Irak por su parte trata de reforzarse para atacar Mosul, su segunda ciudad, y otros sitios en poder de los extremistas de Estado Islámico.
Las rivalidades sectarias y personales amenazan ambos gobiernos. La falta de seguridad en los dos países representa una amenaza para Estados Unidos.
Pese a las promesas del presidente estadounidense Barack Obama por poner fin a ambas guerras, los soldados estadounidenses no pueden retirarse. Hay 9.800 en Afganistán y 3.780 en Irak.