La epidemia de las armas en Estados Unidos
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Armas, fanatismo y racismo es una peligrosa combinación, y en los últimos años Estados Unidos ha desatendido un funesto caldo de cultivo que está costando cientos de vidas al año y hace que la seguridad en dicho país se vea trastocada. Ya que en las últimas dos décadas la cantidad de tiroteos en contra de la población civil, por parte de locos, criminales y fanáticos, se ha multiplicado.
Tan sólo en la última semana se registraron tres tiroteos en El Paso, Texas; Dayton, Ohio, y Baton Rouge, Luisiana, que en total han dejado 32 muertos y 50 heridos. Pero lo preocupante es que cada vez son más frecuentes los tiroteos masivos y la clase política de Estados Unidos sigue sin tomar medidas para evitarlos, aun cuando hay suficiente evidencia sobre la ruta a seguir.
Para comenzar, diversos estudios internacionales muestran que hay una relación positiva entre la cantidad de armas legales y el número de muertes por armas de fuego. Por ejemplo, en Japón es casi imposible conseguir un arma legal y la cantidad de muertes por disparo es bajísima. Ello se refuerza por el hecho de que en los pocos estados de la unión americana que tienen leyes más estrictas de venta de armas se cometen en promedio menos asesinatos, tal como lo documentó la investigadora Monika Goyal del Children’s National Health System. Por si fuera poco, DiMaggio, Avraham y otros investigadores de la Universidad de Nueva York, han ofrecido pruebas estadísticas contundentes que muestras que de 1994 al 2004, periodo en el que estuvo vigente una medida para restringir la venta de armas de asalto, disminuyeron en un 70 por ciento las muertes por disparos de armas automáticas y también hubo menos tiroteos masivos.
Es decir, en palabras simples, el derecho a portar armas, sobre todo las automáticas, está colisionando con la seguridad de los ciudadanos estadunidenses y la respuesta a este problema es poner requisitos más estrictos para la venta de armas; difícilmente se encontrará una medida más efectiva.
Sin embargo, esta es una historia añeja, se trata de una discusión de muchos años donde la evidencia choca contra las posiciones políticas de un grupo bien organizado de cabildeo político, que es la Asociación Nacional del Rifle, vinculada al Partido Republicano y que lleva buena relación con el actual presidente Donald Trump.
De hecho, es previsible que Trump no tome medidas por miedo a perder una importante base de votantes con miras a su reelección, ya que la mayoría de quienes se oponen a la libre venta de armas se identifican como demócratas. Lo que sí podemos esperar es que los precandidatos demócratas destacarán el tema e incluso lo convertirán en una bandera de campaña con miras a la elección presidencial del próximo año.
Lo que es claro es que lo que pase en este debate nos afectará, ya que al menos nueve connacionales fueron víctimas de crímenes de odio en los pasados tiroteos y porque más del 70 por ciento de las armas de los cárteles de la droga en México fueron compradas en Estados Unidos.
victorsanval@gmail.com
@victorsanval