La joven palestina que comenzó a bailar con la música de un artista callejero

La escena fue grabada en una calle de la ciudad italina de Trieste. Un violinista interpreta el tema de Yann Tiersen Comptine d'un Autre Eté: l'Après Midi  -incluido en la banda sonora de la película Amélie -. Una joven observa al intérprete mientras una voz de hombre grita algo en árabe. La joven titubea, mira a cámara, se lo piensa... y después de dibujar unos primeros pasos de ballet con los brazos y los pies, se desprende de sus sandalias y continúa bailando descalza sobre la acera.

La protagonista del vídeo es una joven palestina llamada Rima Baransi y el que capta el momento es su padre, Assad Baransi. El orgulloso padre lo había compartido en su página de Facebook y YouTube en julio de 2015, pero no ha sido hasta esta semana cuando el vídeo ha revivido en internet. En la grabación original -tomada durante las vacaciones familiares- el teléfono era cambiado de posición a mitad de actuación y la joven aparecía girada en pantalla así que, al tomarse la molestia de corregirlo, este usuario de YouTube ha contribuido a su difusión.

Su versión, compartida el pasado 15 de junio ha superado el millón de reproducciones y se ha colado en la jornada del domingo en lo más destacado de la sección de vídeo de Google Trends. Otro vídeo colgado al día siguiente ofrecía más detalles sobre los protagonistas de la grabación y traducía las palabras con las que el padre animaba a la joven a bailar: "¡Vamos Rima. Vamos. Venga, que estoy grabando!".

El escritor italiano Roberto Saviano ha publicado también el vídeo en su página de Facebook destacando que se trata "de un momento de paz y belleza en este presente de mierda". Su publicación ha generado otros cuatro millones de reproducciones y las palabras de Saviano -"Hermoso. Milagros que aún suceden en el mundo en que vivimos"- han sido compartidas por más de 85.000 personas en menos de 24 horas.

Rima Baransi, según explica ella misma en su página de Facebook, comenzó a estudiar danza contemporánea cuando tenía 8 años y desde entonces ha continuado con sus lecciones en distintas escuelas especializadas, primero en Jerusalén y ahora en Berlín donde reside. Ha trabajado como coreógrafa y bailarina en la organización Sareyyet Ramallah y actualmente está inscrita en el programa alemán DanceWorks.