Las mujeres con discapacidad intelectual, un reto para los gobiernos y la sociedad

La peor discapacidad es la de no darse cuenta que somos iguales.

Autor anónimo.

La situación de las mujeres con discapacidad intelectual dentro de la sociedad ha ido evolucionando favorablemente con el paso del tiempo, gracias al reconocimiento de la perspectiva de género y el empoderamiento de las mismas.

Sin embargo, no todas las mujeres gozan de un trato digno e igualitario. Me refiero en particular a aquellas mujeres que por algún tipo de discapacidad física, intelectual, mental o sensorial se enfrentan a diversas barreras que les impiden su participación plena y efectiva dentro de una comunidad.

Para ello, es importante hacer los siguientes cuestionamientos: ¿Qué pasa cuando una mujer con discapacidad intelectual es víctima de un delito sexual?, o bien ¿Es víctima de un delito de trata de persona? ¿Realmente los gobiernos y sus instituciones encargadas de la protección de estas mujeres están preparados para su atención y protección? ¿Qué necesitan hacer los gobiernos y sus instituciones para mejorar las condiciones de estas mujeres? ¿Cómo sociedad, qué nos tocaría hacer respecto del tema? Interrogantes que hacen reflexionar.

Es preocupante y triste saber que, en nuestro país, aun cuando existe legislación tanto en el ámbito federal como en lo estatal que protege a la mujer que padece tal impedimento, ésta no se aplica adecuadamente, pese a que abordan sus derechos y obligaciones. Desafortunadamente no se prevén procedimientos específicos que se utilicen para el tratamiento de estas mujeres con discapacidad intelectual.

El sistema no está preparado para enfrentar este problema, pues carecemos de programas de apoyo para las mujeres con una incapacidad intelectual que tengan como propósito empoderarlas. Tampoco se cuenta con instituciones con personal capacitado para su atención y se carece de albergues especiales que se ocupen de su estancia temporal cuando no cuentan con redes de apoyo.

En este contexto es urgente dejar a un lado la apatía sobre este tema. Para ello necesitamos trabajar de manera coordinada y en colaboración gobiernos y sociedad. Necesitamos preocuparnos más por estas mujeres para que logren consolidar una vida digna, así como invertir más para que no sigan sufriendo discriminación, ni violencia y logren una igualdad dentro de una sociedad.

Gabriela Noguez Sandoval

Directora General Ejecutiva de la CEAV-Coahuila

@puzzlie41

gabynoguez@hotmail.com

Este texto es parte del proyecto de Derechos Humanos de VANGUARDIA y la Academia IDH