Los datos que dejó el quinto triunfo de Tiger Woods en el Masters de Augusta
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El tenista estadunidense regresó a la senda del triunfo y un sinfín de récords se dieron gracias a su 15avo título
Ocho operaciones, cuatro de espalda y cuatro de rodilla, es lo que Tiger Woods enfrentó tras años de mala estrella, pésimos récords, visitas a las salas de justicia, pero que lo impulsó a recibir un envión anímico que lo devolvió a los estelares del golf.
El Masters de 2019 pasará a la historia como el año de la reencarnación de Tiger, que hace tan solo 16 meses estaban en el puesto mil 199 el ránking mundial y ahora regresa a la cumbre del golf mundial.
Woods, de 43 años, "dejó en el césped" a Dustin Johnson, Xander Schauffele y Brooks Koepka, Jason Day, Webb Simpson, Francesco Molinari y Tony Finau, con 275 golpes y 13 bajo par, colocándose como el número uno de Augusta, chaleco verde por quinta ocasión.
Ya lo hizo en 1997, hace 22 años, cuando ganó su primer grande, precisamente en Augusta. Aquello fue el inicio de una era, una era que está tres del récord de 18 títulos de Jack Nicklaus, algo que no suena nada imposible.
"Al tener a mis hijos allí se completa el círculo", dijo Woods. "Mi papá estuvo aquí en 1997 y ahora soy yo el papá con dos hijos aquí".
La jornada de este domingo consolidó el resurgimiento de Woods, quien se perdió este torneo en 2016 y 2017 debido a problemas en su espalda, que lo obligaron a someterse a una cirugía.
La victoria también representa la primera vez que Woods gana un gran torneo sin estar al frente después de 54 hoyos.
Tiger se ha convertido también en el golfista que ha ganado más dinero en Augusta, por delante de su compatriota Phil Mickelson, al sumar algo más de dos millones de dólares de premio de este año a los casi siete millones y medio que llevaba acumulados en sus 22 apariciones en Augusta.
Para Woods, una de las claves de su victoria fue su preparación: "Cuando empecé como profesional era el único en el gimnasio, excepto por Vijay Sing. Hasta Phil Mickelson va al gimnasio ahora. Creo que he tenido algo que ver con eso. Puedo ganar majors ahora. La victoria en East Lake (final del PGA Tour) confirmó que puedo ganar contra los mejores del mundo", finalizó.
La buena vibra por parte de sus colegas deportistas no se hizo esperar y en cuanto el nacido en Cypress consumó su triunfo, recibió un sinfín de felicitaciones, desde el presidente Donald Trump hasta el prodigio de la NBA, Stephen Curry.
