Muere Tom Wolfe, padre del 'nuevo periodismo'
COMPARTIR
TEMAS
El escritor ha fallecido a los 87 años por una neumonía
Tom Wolfe siempre fue un escritor de éxito y un gran escritor, lo que no todas las veces va de la mano. Saltó a la fama como periodista, a finales de la década de los 60, cuando promovió una nueva corriente que llamó nuevo periodismo: Wolfe elaboró unos reportajes sobre cuestiones de actualidad que parecían novelas donde la objetividad quedaba relegada a segundo plano, en favor de mostrar lo subjetivo de su autor y sus habilidades narrativas.
Nacido en 1930 en Richmond, (Virginia), Thomas Kennezly Wolfe Jr. soñaba con ser escritor desde pequeño. Estudió Literatura Inglesa en Washington y, más tarde, en 1957, se doctoró en Filosofía.
Trabajó primero en el diario Springfield Union de Massachusetts, y en 1962 como reportero todo terreno para el Esquire, The New York Herald Tribune y Washington Post, si bien su tentativa de ensayo de nuevos formatos de periodismo le llevó a pilotar una actitud experimental en el suplemento del New York Herald Tribune.
Nuevas tendencias periodísticas
Fue precisamente en este rotativo donde se fraguaron las directrices de ese nuevo periodismo, con apoyo del director del diario, Clay Felker, quien pedía a sus reporteros que "fueran más allá del periodismo objetivo".
Este nuevo estilo, que se consolidó en EU a partir de 1973, consistía en relatar los hechos escena a escena en lugar de la narración histórica, insertando diálogos auténticos y "detalles de categoría social", tales como descripciones sobre comportamientos o formas de hablar o vestir.
Era una época en la que Wolfe comentó que "hasta los 32 años no escribí nada más largo de 1.000 palabras" y "gracias a una larga huelga de periódicos en Nueva York que me obligaba a escribir por mi cuenta".
En esa misma época el Esquire lo envió al sur de California para escribir sobre jóvenes que dedicaban su vida a conducir coches de carreras.
Luego de dos semanas de gastos y sin fruto visible, el Esquire pidió a Wolfe que se limitara a pasar sus notas mecanografiadas para que otro redactor las diera forma, ante lo que la revista publicó con una nueva cabecera las mismas expresiones coloquiales, diálogos fragmentarios y anotaciones.
"Consistía", según él mismo, en ser absolutamente verídico y al mismo tiempo, tener la "cualidad absorbente de la ficción". Entre sus múltiples publicaciones de no ficción destacan títulos como "El Buen Género", donde relata la personalidad humana de un astronauta con motivo del primer viaje a la Luna.
Otras obras suyas son "La Banda de la Casa de la Bomba", "La Palabra Pintada" - en la que ironiza acerca del mundo actual del arte -, "La Gran Caza del Tiburón", "El Nuevo Periodismo", "El Coqueto Aerodinámico Rocanrol Color Caramelo de Ron", "En Nuestro Tiempo", "Los Años del Desmadre" o "Elegidos para la Gloria". Con "Las Décadas Púrpuras" (1985) definió los años ochenta como la expresión de las ambiciones, frente a los narcisistas años setenta calificados como "la década del yo".
Tuvo un éxito tan inesperado y gané tanto dinero que me dije ‘¡Dios, tengo que volver a hacer esto otra vez!’”, Tom Wolfe, sobre ‘La Hoguera de las Vanidades’.
El nuevo periodismo
> Esta corriente de redacción periodística liderada principalmente por Wolfe tuvo su auge entre los 60 y 80 y se caracterizó por darle una perspectiva subjetiva al texto periodístico, a diferencia de la aproximación más objetiva de antes.
> El propio Wolfe editó la revista homónima donde se publicaron notas por autores como Truman Capote, Hunter S. Thompson, Norman Mailer, Gay Talese, Terry Southern, Joan Didion y Robert Christgau.
> Los artículos redactados por los autores de esta corriente poseen entonces la opinión de quien los escribió y son producto de un intenso trabajo de reportaje, que involucraba a tal grado a los periodistas con el sujeto de la nota que se volvían parte de la historia.
'La Hoguera de las Vanidades'
Sin embargo, de toda su bibliografía este libro de Wolfe se convirtió rápido en un best seller y uno de sus más conocidos, que expone la sed de dinero y poder en el Nueva York de los años 80.
Él mismo declaró —en una entrevista con el diario español ABC, en 2013— que "En realidad todo fue un accidente. La gente acusa a los escritores de no ficción de no atreverse a cruzar la gran meta, que es la de la novela, así que me dije: “Muy bien, vamos a probarlo”. Y escribí “La Hoguera de las Vanidades”. Tuvo un éxito tan inesperado y gané tanto dinero que me dije “¡Dios, tengo que volver a hacer esto otra vez!".
En 1987, el éxito de "La Hoguera de las Vanidades" fue descomunal, con el retrato inmisericorde de Wall Street y su capitalismo salvaje que unos años más tarde estallaría hecho añicos y que, paradójicamente, hizo millonario al escritor. Con información de agenciasSólida huella. La obra del escritor norteamericano queda para la posteridad, así como sus aportaciones al periodismo.