Dame dos años para que mi hijo acabe la prepa: Tatiana Clouthier

Nacional
/ 3 septiembre 2018

La ahora diputada federal ha decidido dedicar tiempo y apoyo a sus dos hijos adolescentes

Monterrey, NL., “Dame dos años para que mi hijo acabe la prepa”, le dijo Tatiana Clouthier al presidente electo Andrés Manuel López Obrador, luego de anunciarle que no ocuparía la Subsecretaría de Participación Ciudadana, Democracia Participativa y Organizaciones Civiles de la Secretaría de Gobernación (SG), porque ha decidido dedicar tiempo y apoyo a sus dos hijos adolescentes.

Anteponiendo su amor de madre y la estabilidad emocional de su familia, la ahora diputada federal dice sentirse en paz consigo misma y con su familia porque decidió lo mejor para México y para sus hijos Lucas y María, de 17 y 19 años, y para su esposo José. Luego, aclara, ya verá desde dónde hace patria:

La Presidencia de la República son seis años y no podemos pensar que todos los que entran ahorita van a terminar. Tengo un hijo preparatoriano y una hija que va en su primer año de carrera; me requieren en este momento. Yo los descuidé, estuve seis meses fuera, sólo venía a mi casa a checar tarjeta. Y requiero poner atención a ellos. Requiero dos años más para que mis hijos estén más grandes y con eso me sentiré más en paz para seguir.

Tatiana se muestra feliz porque acaba de abrir aquí su oficina Casa Ciudadana e invita a organizaciones de la sociedad civil a ocupar este espacio, dice, pagado por todos los mexicanos. Mientras atiende varios asuntos, anuncia en entrevista con La Jornada su nueva agenda legislativa y sus próximas luchas sociales, incluidos los ocho puntos impulsados por el presidente electo.

Echar abajo la reforma educativa, modificar el artículo 108 constitucional para quitar el fuero al presidente, separar la SG de Seguridad. Estos puntos los vamos a sacar adelante porque eso es por lo que la gente votó.

Sin ambages, Tatiana dice que el primer paso que tiene es claro: El gran reto para mí es recobrar la credibilidad y el buen nombre del Congreso. Y explica las que serán sus primeras batallas: Pienso empujar en dos vertientes: una en temas de salud y amparo. Hacer que el Seguro Popular sea referenciado para que la gente pueda acceder realmente a la salud, porque pueden tener el Seguro Popular, pero no tienen acceso a la salud.

Añade: Y por otro lado, la democracia: queremos emparejar la cancha igual para candidatos independientes, queremos ir por la segunda vuelta, bajarle el dinero a los partidos políticos, la consulta ciudadana y la relección no sólo para militantes de partido políticos y queremos quitarle esto para que sea relección para el ciudadano y no para el partido político.

En el tema económico también tiene el camino: El vino mexicano paga un impuesto que no pagan los vinos extranjeros, entonces tomamos vino extranjero en lugar de fomentar el nuestro. Los barcos mexicanos para llegar a nuestros puertos pagan un impuesto. Queremos quitar este tipo de trabas para que la economía mexicana y de los empresarios mexicanos sea la que crezca, no a expensas de que crezcan primero los extranjeros.

–Existe el desprestigio del Congreso y los diputados por el dispendio, ¿con el inicio de la 64 Legislatura sería el final de esto?

–Sí, y de hecho ha sido uno de los grandes compromisos que el coordinador de la bancada de Morena, Mario Delgado, ha dicho. El Congreso va a dar un paso para modificar muchos de los privilegios o abusos que se tienen desde la parte legislativa y para los diputados. Ya no se dará un extra a los presidentes de alguna comisión, el número de asesores y otras cosas consideradas extras.

–Usted ya fue diputada con el PAN, aunque luego renunció a su curul… ¿Cómo se siente ahora?

–Tengo la fe que esta vez será diferente. Me gustan los resultados concretos y en la Cámara no ha habido. Espero que logremos estos temas de austeridad y con recuperar una buena imagen de los legisladores yo me doy por bien servida.

La paz individual

Tatiana lamenta que siga habiendo elucubraciones sobre su decisión de declinar el puesto en la SG: “Andrés Manuel nunca me prometió nada. Me hizo una invitación y me dijo: ‘¿Te sumas a pedalear en favor de México?’, y dije que sí. Y el mayor pago de esto es que hayamos logrado la Presidencia de la República”.

Se emociona cuando recuerda que su otro gran logro fue ver el video que su hija le hizo, en el cual le dice: Mamá, me enseñaste muchas cosas. “Yo con eso dije: ‘palomita’. ¿Qué sigue? Hacer que este gobierno de la cuarta transformación tenga transformaciones individuales: ¿qué voy a hacer yo como individuo para que esto cambie? Me sumo de forma individual como diputada para que el gobierno haga lo que le toca hacer y, si no lo hace bien, señalar y aportar lo necesario”.

–Hay gente que no ha entendido su posición…

–Sí, hay gente que me dice que no es cierto, que no puede ser que haya dejado ese puesto por mis hijos. Y les digo: cada quien tiene sus prioridades donde las tiene; para que exista vida pública, tiene que existir vida privada. Si no tengo fortaleza en mi vida privada, no puedo dar buenos resultados en la vida pública. Se trata de encontrar la paz individual. Mi paz, para que lo demás esté en paz.

–Hay gente que dice que usted se enojó con AMLO.

–No. La mente es maravillosa y se dedica a elucubrar y a hacer mil conjeturas. Y yo digo que bienvenido el que quiera hacer su propia telenovela y el que quiera creerme, que me crea. No vengo a probarle nada a nadie.

–¿Cómo se sienten sus hijos ahora?

–Se ríen porque dicen: Mamá, ya te vas otra vez. Hasta que no empiecen a ver que tomaré una rutina y un espacio distinto van a poder creer que es diferente. La adolescencia es fundamental. Respetando las decisiones de cada quien, para mí es importante poder apoyarlos y estar más al pendiente estos años.

–¿Les consultó esta decisión?

–No. Es una decisión personal, les dije que sería diputada. Estamos en unos días de ajuste y pronto empezarán a ver que ya tengo más organización y me quedo más tiempo.

–En el futurismo político se habla de que usted quiere ser gobernadora de Nuevo León…

–Se dicen tantas cosas.

–¿Hay interés suyo de serlo?

–En política nunca hay que poner punto final, siempre hay que poner punto y coma. No quiero decir ni sí, ni no. Mejor vamos a hacer lo que toca ahorita. Lo que toca es atender el presente.

Sobre el nombramiento de la licenciada en derecho Diana Álvarez Maury –vinculada a Alejandro Gertz Manero y experta en transmisión de energía cósmica– en la subsecretaría de Gobernación, dice que no conoce su currículum ni si cumple con el perfil: No puse atención a los currículos. No me toca opinar. No tengo elementos.

–¿Fue consultada para su relevo en la SG?

–No, no es algo que me competa.

–¿Y qué opina del influyentismo en el otorgamiento de puestos?

–No lo veo como influyentismo. Si la persona tiene la capacidad no podemos limitar. Por ejemplo, mis hermanas Rebeca o Lucía, cualquiera de mis hermanos, pudiera aplicar a un trabajo por el perfil y tal vez digan: es que lo metió Tatiana. ¿Tienen derecho? Si tienen las credenciales y compiten en equidad contra otros y son elegidos, no tendríamos por qué eliminarlos.

–¿Pero se configuraría el nepotismo?

–La ley dice muy claro lo que es el nepotismo y te dicen hasta dónde.

–¿Y se aplica al caso de Alejandro Gertz con Diana Álvarez?

–Gertz no tiene puesto, es consejero. Si alguien no tiene el perfil, lo pongo muy claro, como el presidente electo ha dicho: me puedo equivocar al nombrar, pero no al correr. Démosle tiempo al tiempo y no prejuzguemos.

–Tatiana, se habla de sus aspiraciones presidenciales…

–¡Dios de mi vida! (risas). No, no, es ridículo que estemos pensando en eso. Es un engaño de la mente para que estemos viendo el futuro y no atender el presente. Invitaría a toda la gente que tiene interés en México a que se ponga a hacer lo que le toca a cada quien para que este país avance.

COMENTARIOS

Selección de los editores