Saltillense acusa a Pronnif de quitarle sus hijos sin motivo; asegura que Yezka Garza la amenazó

Después de acudir al Centro de Justicia y Empoderamiento de la Mujer a solicitar el apoyo, la vida de Carmen Rubí de León, madre de 24 años, se ha convertido en una pesadilla.

Ese día, recuerda, guardias del lugar ya no la dejaron salir argumentando que se había activado en el Estado una Alerta Amber por niños parecidos al suyo. 

Más tarde, a las 02:00 de la mañana, luego de haber acudido a la casa donde vive con su esposo Francisco, dos ministeriales llegaron con sus otros tres hijos al albergue al que fue trasladada a espaldas del Centro de Empoderamiento, donde le dijeron que para recibir la ayuda que solicitaba tendría que seguir esta serie de acciones como parte del protocolo institucional.

Al día siguiente, Carmen Rubí fue trasladada al Cesame, enviada así por parte del Centro de Justicia, quienes argumentaban que “estaba loca”. Sin embargo, poco duró el juicio puesto que el propio Cesame determinó que la joven no presentaba ningún signo de problemas psiquiátricos.

Pasados tres días, Carmen fue canalizada a la Pronnif con sus niños, con el engaño de que sería ahí donde recibiría la ayuda que solicitó desde el inicio. Sin embargo, la sorpresa para Carmen Rubí fue que a la entrada de las instalaciones de la Pronnif, sus hijos le fueron retirados, sin ninguna acusación. 

El día en que la Pronnif le presentó el oficio en el cual se le retiraban de manera legal a sus tres hijos, Camen Rubí se percató de que el licenciado Salvador Dávila, quien firmó la demanda, señaló que podría meterse en un problema; la acción se realizó sin la autorización de la procuradora Yezka Garza. 

Fue días después cuando Rubí y Francisco (los padres) pudieron establecer un diálogo con la Procuradora, pero asegura que les dijo que en caso de que ella quisiera, podría meterlos a los dos a la cárcel acusados de fumar mariguana. Sin embargo, Carmen Rubí dice estar en la disposición de realizarse el antidoping que le fue requerido, aunque no ha encontrado un análisis que se ajuste a sus posibilidades. 

También le dijeron que los niños serían retirados de su patria debido a que vivía cerca de un arroyo en la colonia Centenario, de donde se mudó recientemente a una colonia ubicada en la cercanía de la Pronnif.

Además, fue enviada al Centro de Integración Juvenil para solicitar un antidoping para ella y su esposo, pero la funcionaria que les atendió en este centro, les dijo que no tenían indicios de personas con problemas de drogas, y ahí mismo, la funcionaria agregó que la Pronnif ha enviado a un sinnúmero de personas a practicarse este tipo de pruebas, pese a que no tienen un diagnóstico previo y aunque finalmente las personas resulten inocentes de estos juicios. “Me dijo que agotaríamos recursos de otras personas que sí los necesitan y que si son consumidoras”.

Este caso también fue remitido al CAIF San José, dirigido por Ramón Castillo, a quien expresó sus motivos por los cuales deseaba exhibir su caso ante los medios, pero este mismo le respondió: “Ni a Pronnif, ni a Unepavif, ni a gobernadores, ni a diputados se les ha podido aplicar ninguna sanción, ni le mueva porque a los niños mejor se los van a quitar”, fue advertida.

Los niños fueron trasladados a Casa San Esteban, donde reciben visitas todos los miércoles por sus padres; mismos que dicen que durante todas las visitas que han practicado a los niños durante el mes, han notado que tienen rasguños, “chipotes”, y enfermedades constantes.