Otro problema familiar para Madonna
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Tras el conflicto con su hijo Rocco, los parientes de su hija adoptiva insisten en que no sabían que sería permanente
En diciembre del año pasado, Rocco Ritchie abandonó la gira mundial de su madre, Madonna, para viajar a Gran Bretaña y quedarse a vivir con su padre, el cineasta Guy Ritchie. En ese momento comenzaron la idas y venidas de los progenitores —separados en 2008— para hacerse con la custodia del menor. Tras meses de peleas y reconciliaciones y sin que aún haya una resolución judicial al respecto, se abre otro frente en la vida familiar de Madonna: la familia malauí de su hija adoptada, Mercy James, insiste en que nadie les dijo que "la separación sería permanente" y quieren luchar para recuperarla.
La controvertida adopción de Mercy James tuvo lugar en 2009, cuando la niña tenía cuatro años. Su madre murió durante el parto, su familia no podía hacerse cargo de ella y la llevaron "temporalmente" a un orfanato. "Los familiares nunca tuvieron la intención de separarse de Mercy para siempre", asegura Agatha Molande, amiga íntima del clan, al Daily Mail. Según cuenta, tenían un acuerdo con el orfanato para que la pequeña volviese con ellos al cumplir seis años.
Pero cuando Mercy tenía cuatro años, Madonna comenzó los trámites de adopción. En un primer momento, y a pesar de que la familia de la pequeña estaba de acuerdo con la adopción, el presidente del Tribunal de Justicia desestimó el proceso. La cantante apeló con éxito ante el Tribunal Supremo, consiguió el permiso y se llevó a la niña a Estados Unidos.
Ahora los miembros de la familia de la niña, que tiene 10 años, aseguran que fueron engañados y que si les hubieran dicho que no iban a volver a ver a la pequeña, nunca habrían dejado que Madonna se la llevase. "Nos dijeron que se llevaban a Mercy para darle una buena educación y que después volvería con nosotros. También nos dijeron que íbamos a estar en contacto constante con ella, pero era una promesa vacía", explica Agatha Molande. Madonna ha negado tajantemente que se hubiera hecho ese trato.
El clan malauí de la pequeña no se rinde y está dispuesto a recuperarla. "La situación de Mercy es un problema potencial bastante mayor que la batalla que Madonna está luchando por la custodia de Rocco", sentencia Molande, la amiga de la familia.
Y eso que el conflicto con su hijo trae de cabeza a la reina del pop desde hace tiempo. Después de que Rocco Ritchie se fugara con su padre a finales de año, la cantante acusó a su exmarido de retenerlo de manera ilegal. A principios del mes de marzo un juez de Manhattan permitió al menor quedarse a vivir con su padre en Londres hasta que la batalla legal finalice. De no ponerse de acuerdo en los próximos meses, Madonna y Guy Ritchie se verán las caras en un juzgado en junio.
Todo este proceso legal ha resquebrajado poco a poco la relación entre Madonna y su hijo. Aunque en un primer momento Rocco intentó cortar la relación con su madre parece que, recientemente, han acercado posiciones: la cantante ha publicado en su cuenta de Instagram una foto abrazándolo en la que escribe "¡Necesitamos! ♥".