Los pasos para crear un correo electrónico son pocos y están bien explicados en las páginas informativas que se pueden encontrar en la red, como son algunas las diferencias entre las cuentas de correos electrónicos que se pueden crear en Hotmail, Yahoo o Gmail.
Se abren a diario miles de cuentas de correo desde todos los países del mundo y es que contar con una cuenta de correo electrónico es un requisito indispensable si, por ejemplo, se quiere tener un perfil en alguna red social, pero podríamos decir que también es un requisito indispensable para estar en activo en la sociedad.
Cuando hablamos de Hotmail, estamos hablando de Outlook, puesto que en la actualidad, este es el nombre que ha tomado Hotmail, el correo electrónico más antiguo, aunque hablar en términos de antigüedad cuando nos referimos a las nuevas tecnologías, se hace extraño.
Formar parte de una gran comunidad en función de tus necesidades Antes de crear una cuenta de correo electrónico hay que preguntarse qué es lo que se quiere. Los que deban almacenar mucha cantidad de información deberán contar con Yahoo que la ofrece de forma gratuita.
Outlook, la actual Hotmail, es ideal para los que deben realizar videoconferencias a menudo ya que enlaza directamente con la plataforma líder para hacerlo, Skype, además de poder tener acceso a crear documentos de textos online con Word.
Los que tengan cuentas con Gmail tendrán la oportunidad de poder formar parte de una de gran comunidad, la de Google Plus, una red social, pero además, Gmail tiene integrado un chat desde el que poderse comunicar con otros usuarios. El chat está impulsado por el Hangouts, un servicio de mensajería instantánea creado por Google.
El servicio de correo electrónico es el más usado de toda la red y es un método muy fácil, eficiente y sobretodo rápido de comunicación que permite mandar información a cualquier lugar del mundo.
El modo de comunicación entre humanos ha cambiado mucho a lo largo de la historia Hoy en día solo son necesarios los transportes en el caso de mandar paquetes, cosas físicas de gran envergadura, mientras que el protocolo de estos servicios de mensajería hacen que se puedan abrir los correos desde cualquier dispositivo.
Las direcciones de correos electrónicos están compuestas de un nombre, que escoge el usuario y de una arroba que significa “en”, así como el nombre que va asociado a cada plataforma de correo electrónico, el dominio de cada servidor.
Que estén compuestas de este modo parte de una serie de convenciones, ya que se parte de la base de que en todo el mundo no debe de haber dos direcciones iguales, para hacer más sencillo el servicio y localizar con agilidad a los usuarios.
En términos especializados, las direcciones de correo electrónico se leen de atrás hacia adelante, de modo que lo primero que se identifica es el país al que corresponde esta dirección (.es, por ejemplo) o un subdominio como puede ser el .com, mientras que después sigue el nombre de la plataforma de correo al que pertenece y después de la arroba el nombre del usuario.
Es frecuente que los profesionales de todos los ámbitos que hacen uso constante de cuentas de correo electrónico tengan dos o más para diferenciar las personales de las profesionales e incluso hay gente que se crea una cuenta de correo electrónico con la única finalidad de poder acceder a redes sociales y a otras páginas en la red en las que se debe de ingresar con una dirección de correo, para preservar su intimidad y su seguridad.