Ponen en línea la base de datos de los Panamá Papers
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Se dan nombres de 200 mil empresas y particulares que evaden impuestos o lavan dinero
Washington. Una parte considerable de los llamados Papeles de Panamá, que revelan la magnitud de la evasión fiscal en el mundo, fue puesta en línea este lunes por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ). La base de datos se apoya en 11.5 millones de documentos del bufete panameño Mossack Fonseca y contiene nombres de más de 200 mil empresas y particulares que utilizan empresas offshore para evadir impuestos o lavar dinero. El ICIJ dice que el despacho de abogados tenía nexos con decenas de estadunidenses acusados de delitos financieros.
En el caso de México, en el reporte aparecen 68 entidades offshore, con 289 oficinas, 39 intermediarios y 215 direcciones físicas. Las empresas están ubicadas en Ciudad de México, Campeche, Coahuila, Quintana Roo, Veracruz, Yucatán, Nuevo León y Querétaro.
En Nueva Zelanda se reveló que los latinoamericanos ricos utilizan compañías inactivas y fideicomisos con ventajas fiscales en ese país para ayudar a canalizar fondos, de acuerdo con Los papeles de Panamá. La presión aumenta para que el primer ministro, John Key, adopte medidas después de que medios locales analizaron más de 61 mil documentos relacionados con Nueva Zelanda.
Los datos contienen información básica sobre compañías, fideicomisos y fundaciones en 21 jurisdicciones, incluso Hong Kong y el estado de Nevada. No incluirán las cuentas bancarias, números telefónicos ni correos electrónicos. El total de documentos.
En nombre de la transparencia
En los primeros análisis de los documentos surgieron nombres como los del primer ministro británico, David Cameron, y el presidente de Argentina, Mauricio Macri, entre otros importantes funcionarios de diversos países.
“Es un progreso natural hacia la transparencia, que permitirá a la sociedad civil tener información básica sobre los datos contenidos en Los papeles de Panamá, declaró a Afp el director del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), Gerard Ryle, quien añadió que la decisión de poner una parte importante de los documentos en línea obedece a un deseo de transparencia. Para Ryle es prematuro prever las reacciones de los gobiernos cuando surjan nuevas revelaciones de Los papeles de Panamá, así como saber si mantendrán los compromisos asumidos.
Hay realmente muchos documentos, de forma que uno no puede saber qué es lo que se ha estado perdiendo hasta que encuentra alguna cosa, señaló Ryle, para quien serán necesarios muchos meses para explorar toda la documentación de manera integral. En opinión de Ryle, esta movilización muestra que solamente un escándalo que avergüence a todos podrá convencer a la comunidad internacional de moverse.
La divulgación de estos documentos en la red Internet, que Mossack Fonseca amenaza bloquear en la justicia, responde a un doble objetivo: cumplir con el objetivo de transparencia y también permitir que aparezcan nuevas sorpresas.
Las personas encontrarán nombres importantes que se nos han escapado en el primer análisis, y tendrán la oportunidad de contactarnos para compartir los datos hallados, señaló Ryle.
El consorcio periodístico ICIJ, basado en Washington, ya tiene la experiencia de haber divulgado documentos en escándalos como los Offshore Leaks y los LuxLeaks sobre los entendimientos fiscales secretos entre las multinacionales y el paraíso fiscal de Luxemburgo. En esos casos, más de 500 avisos llegaron al ICIJ, y varios condujeron a nuevas revelaciones, acotó. Los documentos han arrojado luz sobre cómo los ricos se aprovechan de los regímenes en los paraísos fiscales.
Mossack Fonseca promovió activamente a Nueva Zelanda como un buen lugar para hacer negocios debido a su estatus libre de impuestos, altos niveles de confidencialidad y seguridad jurídica, según un reporte conjunto de Radio New Zealand, TVNZ y del periodista de investigación Nicky Hager.
El líder del opositor Partido Laborista, Andrew Little, dijo que el gobierno debe tomar medidas para preservar la reputación de Nueva Zelanda mediante el cierre de un sistema que lleva a que nuestro país se vea implicado en una red global de evasión fiscal.
El gobierno de Nueva Zelanda dijo el mes pasado que comenzará una revisión de sus leyes de fideicomiso extranjero, después de que Los papeles de Panamá destacaron vulnerabilidades en su marco legal que lo hacen un vínculo posible en las estructuras internacionales de evasión fiscal.
El colíder del Partido Verde, James Shaw, indicó que la revisión no va lo suficientemente lejos, e hizo un llamado al primer ministro para que deje de defender la industria de la evasión de impuestos, al tiempo que exigió una investigación completa.
A su vez, el consultor técnico estadunidense Edward Snowden calificó el manifiesto publicado por la fuente del escándalo de Los papeles de Panamá de lectura esencial, días antes de la revelación de nuevos datos prevista para este lunes.
“La fuente anónima de los #PanamaPapers habla por primera vez. Hay que leerlo”, escribió Snowden en Twitter, tras la declaración hecha pública por quien se hace llamar John Doe (nombre que se usa en inglés para referirse a alguien desconocido).
Snowden, que reveló el alcance del espionaje de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) estadunidense y que vive como asilado político en Rusia, es elogiado en el manifiesto por haber arrojado luz sobre un evidente delito.
Primeras acciones
La tarea es enorme: mantener el impulso surgido luego de las primeras revelaciones aparecidas en abril en más de 100 grandes periódicos del mundo. Los papeles de Panamá enredaron a mandatarios de Argentina, Ucrania y Rusia, pero también a estrellas como el futbolista Lionel Messi y al cineasta Pedro Almodóvar, provocando una oleada de indignación que motivó a la comunidad internacional a actuar.
A mediados de abril, en pleno impacto de las revelaciones, las economías del mundo reunidas en el G-20 prometieron elaborar una lista negra de paraísos fiscales que no cooperen con la transparencia, y amenazaron con aplicar sanciones. Además, comprometieron esfuerzos para tratar de levantar el velo sobre el secreto en torno de las empresas offshore.
La semana pasada Estados Unidos anunció una serie de medidas para bloquear las técnicas de evasión fiscal y de lavado de dinero mediante empresas de fachada, técnicas que Los papeles de Panamá revelaron ser utilizadas en escala planetaria.
“Los papeles de Panamá destacan la importancia de los esfuerzos que Estados Unidos ha tomado a nivel nacional y los esfuerzos adoptados con nuestros aliados internacionales para hacer frente a estos desafíos comunes”, expresó la Casa Blanca en un comunicado.
Un año después de las revelaciones de los LuxLeaks, a fines de 2014, los ministros de finanzas de la Unión Europea adoptaron un mecanismo de intercambio automático de información sobre los acuerdos fiscales entre Estados y empresas multinacionales. Este esfuerzo, sin embargo, fue considerado insuficiente por entidades no gubernamentales.
El ICIJ precisó que un añejo cliente del despacho panameño era un financiero estadunidense sentenciado posteriormente a 17 años de cárcel por fraude. Agregó que la firma panameña estableció una compañía offshore usada por seis estadunidenses acusados de un fraude piramidal que costó millones a indonesios de clase media. Mossack Fonseca ha dicho que cumplió con las leyes sobre revisión de clientes.
Versiones de prensa sobre la base de los datos, filtradas primero al periódico alemán Sueddeutsche Zeitung, destacaron el uso de empresas de fachada para ocultar dinero y provocaron la renuncia del primer ministro islandés. Mossack Fonseca se quejó de haber sido objeto de ciberpiratería.