Primer fracaso para Trump, se queda el Obamacare
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En conferencia de prensa Paul Ryan dijo que EU "vivirá con Obamacare por el futuro previsible"
El liderazgo republicano de la Cámara de Representantes de EU canceló el voto sobre el plan sanitario del mandatario Donald Trump, que preveía sustituir la actual ley de salud del expresidente Barack Obama, tras no conseguir los votos suficientes, confirmaron fuentes del Congreso.
La votación se tenía programada para esta tarde del viernes, y después de una jornada caótica de búsqueda de votos, el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, quien ha encabezado la propuesta, retiró la iniciativa después de que Trump le llamó por teléfono y le pidió que detuviera el debate sin llevarlo a votación, de acuerdo con la portavoz de Ryan, AshLee Strong.
En conferencia de prensa Paul Ryan dijo que EU "vivirá con Obamacare por el futuro previsible"
El pulso en la Cámara siguió a la decisión de Trump de concluir las negociaciones para sumar respaldos dentro de su propio partido, en el que hay reparos de legisladores moderados y de los más conservadores.
Justo un día antes, Trump había pedido una votación en la Cámara de Representantes. Dijo que si perdía el proyecto en votación, se enfocaría en otros temas.
Horas antes, la Casa Blanca dejó de expresar confianza en que tendría éxito la votación programada para esta tarde en la Cámara de Representantes sobre la propuesta de Trump para revocar la reforma de salud de su predecesor, Barack Obama.
El portavoz presidencial, Sean Spicer, dijo previamente el viernes que Trump cree que la Casa Blanca hizo "todo lo posible" para conseguir los 216 votos necesarios para que se apruebe una iniciativa que derogue la ley de salud conocida como Obamacare.
Varios legisladores en la cámara baja y sus ayudantes dijeron que el proyecto de ley no tendría apoyo suficiente para el momento en que se realizara la votación que Trump insistió en que se celebrara.
La propuesta republicana buscaba eliminar las impopulares multas de la ley de Obama para las personas que no contratan seguros médicos y los a menudo generosos subsidios para los que contratan seguros.
En cambio, los consumidores afrontarían una sanción del 30% si dejan que su cobertura expire. Los créditos fiscales contemplados por los republicanos se calcularían en función de la edad y no de los ingresos. Además, la reforma acabaría con la expansión de Medicaid y recortaría fondos federales en el futuro para el programa federal y permitiría que los estados establecieran requisitos sobre algunos de los 70 millones de beneficiarios del sistema.
En su intento fallido de ganar apoyos entre los conservadores, los líderes de la cámara baja propusieron una nueva enmienda a votar el viernes que revocaría el requisito de Obama de que las aseguradoras cubran 10 servicios concretos como la maternidad y los tratamientos de salud mental. Los conservadores han reclamado que se retiren esas y otras condiciones, alegando que dispara los precios de las primas.
Por su parte, muchos moderados se opusieron porque creen que la reforma republicana dejaría a muchos votantes sin cobertura médica. Asociaciones médicas, grupos de consumidores y hospitales se han opuesto o expresado reservas, y algunos gobernadores republicanos señalan que la propuesta recorta demasiado Medicaid y dejaría sin cobertura a muchas personas de bajos ingresos.