Project Debater, una inteligencia artificial capaz de debatir temas complejos con seres humanos
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Project Debater, que en febrero compitió en San Francisco con el campeón mundial de debate (Harish Natarajan, quien resultó ganador), fue desarrollado tras más de siete años de trabajo por un centro de investigación en Tel Aviv.
El ingeniero de IBM Noam Slonim, responsable del diseño de Project Debater (una inteligencia artificial capaz de debatir temas complejos con seres humanos), mostró hoy los avances de este proyecto, en Ginebra, y argumentó que en el futuro podría ser muy útil para empresas y gobiernos.
Project Debater, que el pasado mes de febrero compitió públicamente en San Francisco con el campeón mundial de debate (Harish Natarajan, quien resultó ganador), fue desarrollado tras más de siete años de trabajo por un centro de investigación en Tel Aviv, dirigido por Slonim.
En el futuro, un Project Debater evolucionado "puede ayudar a los gobiernos a recoger las opiniones de los ciudadanos al respecto de una política que se esté considerando", entre otras "interesantes implicaciones aún por explorar", señaló hoy el ingeniero de IBM en el Centro Internacional de Conferencias de Ginebra.
El recinto es escenario esta semana de una cumbre patrocinada por la Unión Internacional de Telecomunicaciones que debate el futuro de la inteligencia artificial bajo el lema "AI for good" (frase con doble sentido en inglés, que puede significar "IA para siempre" o "IA beneficiosa").
En la breve presentación de hoy, la inteligencia artificial de IBM mostró su capacidad de debate defendiendo que las redes sociales son buenas para el ser humano, utilizando argumentos que previamente le habían enviado voluntarios en centros educativos de Italia, Francia, Canadá y otros países.
Las redes sociales "rompen las barreras entre culturas y permiten que la gente está mejor informada", además de "ayudar a las personas solitarias a encontrar amigos con intereses comunes", subrayó la inteligencia artificial, con voz femenina generada por ordenador.
En su intervención en Ginebra Project Debater fue una simple voz incorpórea, aunque en el evento ocurrido hace tres meses en San Francisco se la presentó con forma de monolito negro, que recordaba al famoso objeto de la película "2001, una odisea en el espacio" de Stanley Kubrick.
En aquella ocasión el debate versó sobre la necesidad de que los gobiernos financien educación para niños en edad preescolar, algo que defendió Project Debater pero que su oponente humano rechazó, ganando con argumentos como el de que la escuela es un ambiente demasiado competitivo para niños de entre tres y cuatro años.
Slonim explicó hoy que su inteligencia artificial utiliza varias herramientas para debatir temas que nunca antes ha tratado, y está entrenado para escoger frases que estén relacionadas con el tópico a discutir, que polemicen contra el oponente y que vayan en favor de la postura que se le ha asignado.
Entre las herramientas que utiliza se encuentran una base de datos con 10.000 millones de frases y un conocimiento de múltiples "trucos" en los debates: por ejemplo, que cuando se debate si prohibir algo o no en una sociedad (drogas, alcohol, etc) un frecuente argumento en su contra es el riesgo de un mercado negro.
"Pero no siempre funciona, por ejemplo ante el debate de si prohibir que las madres den de mamar a sus bebés en público, obviamente no hay riesgo de mercado negro", bromeó el ingeniero, quien señaló que "el sistema debe desarrollar un buen entendimiento del lenguaje para que todo tenga sentido".
Con Project Debater IBM continúa una larga tradición de crear avances tecnológicos capaces de desafiar al intelecto humano, con éxitos especialmente conocidos como la computadora Deep Blue, que en los años 90 ganó al campeón mundial de ajedrez Gary Kasparov.
"En un debate, sin embargo, la situación es más compleja, porque no siempre es obvio medir quién ha ganado", subrayó el ingeniero de IBM.
Deep Blue, por otro lado, era un software programado, no una inteligencia artificial como las que actualmente desarrollan múltiples firmas tecnológicas, diferentes en el hecho de que pueden aprender por sí solas cosas que no les han "enseñado" sus programadores.