Ratones y cucarachas tienen su hogar en la Casa Blanca
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Según órdenes de mantenimiento filtradas a la prensa, la residencia en el 1600 de Pennsylvania Avenue ha tenido ratones en uno de sus comedores y en la famosa "Situation Room"
Las cucarachas y los ratones son un quebradero de cabeza de muchos vecinos de Washington, incluido su más ilustre, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, porque también la Casa Blanca sufre problemas de insectos y roedores.
Según órdenes de mantenimiento filtradas a la prensa, la residencia en el 1600 de Pennsylvania Avenue ha tenido ratones en uno de sus comedores y en la famosa "Situation Room", la sala en la que el mandatario se reúne con sus más estrechos colaboradores en momentos de gran crisis.
Hay que decir, no obstante, que cucarachas, ratones y hormigas, que también las hay, no han entrado en la mansión con la llegada de Trump y su familia. El problema también lo sufrió al menos su antecesor más inmediato, Barack Obama, porque los documentos de los que hoy se hacían eco medios estadounidenses abarcan también las últimas semanas de su presidencia.
Las hormigas parece que son cosa solo del jefe de gabinete del mandatario, porque fue a la oficina que le corresponde a la que acudieron los trabajadores de mantenimiento a exterminarlas. El cargo lo ocupa actualmente el general John Kelly.
La ciudad de Washington se encuentra situada sobre una zona pantanosa, lo que favorece la proliferación de insectos. Muchas voces ven además el funcionamiento del servicio de recogida de basuras como uno de los elementos que favorecen la existencia de roedores.
Situada en el centro de Washington, la Casa Blanca comenzó a construirse en 1792. Se trata de una mansión de estilo federal. Sus 132 estancias están repartidas sobre más de 5,000 metros cuadrados.