'Reapertura de restaurantes es empezar desde cero', dice empresaria saltillense

Saltillo
/ 25 mayo 2020

Reabrir un negocio que estuvo a punto de la quiebra será un albur; este es el caso de la mayoría de los restaurantes de la ciudad, realidad a la que no escapa ‘Las Delicias de mi General’

Tras varios años de consolidar su proyecto en el rubro de la gastronomía mexicana, y a unos días de haber concluido su último proyecto en San Antonio de las Alazanas, Ivonne Orozco, propietaria de “Las Delicias de Mi General”, dice que la crisis generada por el COVID-19 hacia el rubro empresarial provocó que los sueños vuelvan a “empezar desde cero”.

Este lunes, el restaurante abrirá sus puertas tras dos meses de haber cerrado por el anuncio de la pandemia, pues de acuerdo con la propietaria, la reactivación es una cuestión que se somete a análisis para observar detenidamente el cumplimiento de una serie de requisitos, donde además hay que hacer una inversión extra.

En entrevista con VANGUARDIA, Ivonne Orozco dijo que Las Delicias de mi General fue uno de los tantos restaurantes en la ciudad que pensaron en no regresar debido al rezago económico que sufrieron a raíz del cierre.

Debo la renta, debo los servicios, más aparte volver a entrarle sin garantía de que vaya gente,”.

En ese sentido, Orozco dice que este tiempo le ha costado por lo menos 100 mil pesos de nómina que pagó hace un mes, además de nulos ingresos en la sucursal de San Antonio de las Alazanas que tiene varada desde que empezó la pandemia, y en la cual invirtió préstamos, patrimonio y los ahorros de muchos años.

“Debo la renta, debo los servicios, más aparte volver a entrarle sin garantía de que vaya gente, y a nosotros que no vamos a tener cerveza, nos va a costar mucho trabajo volver a levantarnos”, expresa.

Para volver a operar, hay una serie de normas que cumplir además de aventurarse a competir nuevamente en el mercado, y realizar compras de insumos sin saber si serán finalmente comprados por el público.

GASTOS EXTRAS

“Lo que queremos es volver a trabajar. El costo de operación es más alto, y hay que agregarle a tus compras una serie de cosas que no tenías contempladas en tu cotidiano, como un termómetro de casi 3 mil pesos, que a nosotros nada nos garantiza que si una persona trae temperatura sea por COVID, aunque dudo que alguien enfermo saldría a las calles, pero hay que acatar la norma”, expresó.

$!'Reapertura de restaurantes es empezar desde cero', dice empresaria saltillense

A raíz de la serie de clausuras que se han registrado contra negocios por violar el aforo en la ciudad, dice que aunque ha sido un golpe serio a la economía de muchos hogares, sí es necesario que se les dé un “estate quieto” a aquellos negocios que incumplen en estos aspectos, pues incluso hay quienes siguieron operando, mientras que otros decidieron cerrar pese a los riesgos que esto implicaba.

“Sí es necesario que esos negocios tengan una medida, porque muchos decidimos mejor cerrar, ausentarnos de nuestros comercios, quedar al punto de la quiebra, arriesgar nuestro patrimonio y lo que hemos trabajado durante muchísimos años”, expresó.

Manifestó que aún con que la vigilancia será permanente y salvaguarda la salud de las personas, entre el rubro de comerciantes del Centro Histórico se han registrado inspecciones acompañadas de elementos de la Guardia Nacional, que pese a ser amables, colocan a los propietarios en una situación de temor e incertidumbre.

“De por sí la gente no sale por el miedo al virus, añádele que pueden llegar con un protocolo así a revisar si tienes un gel antibacterial o un termómetro, no creo que sea necesario. No creo que se necesiten más de dos personas, no se trata de intimidar, somos gente responsable que no pondríamos a nuestros clientes en riesgo después de dos meses de no percibir un ingreso”, expresó.

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