¿Rescate o parche?
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Al que siempre le toca entrarle al toro y capotear los problemas financieros, el inefable Ismael Ramos Flores, salió al ruedo -ahora que sí se puede- y dice que el Estado rescatará al Servicio Médico del Magisterio.
El hombre de las reestructuras afirma que tienen un presupuesto aprobado de 50 millones de pesos desde el año pasado, con eso “van a ayudar” y añade que ellos están al corriente en el pago.
Ya sabe el señor Ramos Flores que los aportantes de la UAdeC, de la UAAAN y de la Sección 38 no les creen, ¿están al corriente en las aportaciones que le corresponden al Gobierno del Estado como patrón? En ese caso permitan que se realice una auditoría externa. El que nada debe, nada teme, señor Ramos. De rescate en rescate a la Clínica del Magisterio y la Dipetre, han sido muy eficientes para enriquecer a los líderes de la Sección 38 a cargo de esas instituciones.
Es probable que usted no lo recuerde pero hace seis años, ya durante el moreirato, se lanzó un programa de rescate de los organismos descentralizados de la Sección 38. Dicho programa respondía al desfalco de 300 millones de pesos detectados de 2005 a 2009, ¿alguien se ocupó de analizar y dar seguimiento al plan elaborado por el gobernador pinocho y de fincar responsabilidades? Por supuesto que no, todo fue una finta, cambiar para que todo siga igual, los engaños están documentados. ¿Quiere más datos? Se dispone de información según la cual los líderes de la 38 y sus familias han contado con apoyos y preferencias en clínicas privadas con cargo al Servicio Médico, ¿quiere nombres? Se trata de desfalcos, de corrupción. Cómo dice usted que se trata de un rescate, llame a las cosas por su nombre: es otro parche.
Por otra parte, ha sido evidente que tanto la Dipetre como la Clínica del Magisterio y el Fondo de Vivienda han sido la “caja Chica” en los procesos electorales durante el moreirato y por si no lo recuerda, Carlos Moreira, secretario General de la Sección 38, de la Quinta, y ahora funcionario del SNTE, ha sido el instrumento para estimular y recompensar el voto a favor del PRI y actualmente del partido Nueva Alianza, sin que hasta la fecha se sepa cuánto invirtieron Rubén y Carlitos en la compra del voto del 7 de junio pasado y en los otros procesos electorales, como el del mismo Rubén, en los que muchos líderes de ambas secciones se beneficiaron y se dieron de alta sin cotizar en los organismos descentralizados, así que lo menos que se puede pedir es que en una auditoría externa se revise el padrón de beneficiarios y derechohabientes que han hecho uso indebido de esos organismos.
Estas situaciones llevan a la conclusión de que la falta de transparencia y rendición de cuentas conducen a tener la duda fundada de que la crisis financiera por la que pasan la Clínica y la Dipetre es responsabilidad del Gobierno, no de los trabajadores aportantes, quienes pagan más que en servicios médicos semejantes 16.25 por ciento entre patrón y trabajador, además de pagos adicionales que no existen en la ley, como el 10 por ciento por medicinas y coaseguro, entre otros.
Extraña que el Gobierno no haya incluido en la iniciativa que reforma a la Ley de Pensiones también una Ley al Servicio Médico, ya que la actual data de 1969 y, además, por qué permite que a los organismos descentralizados los dirija un sindicato cuando son del Gobierno del Estado.
El mal llamado “rescate” de 50 millones de pesos es apenas la punta del iceberg y un paliativo de la enorme deuda que se tiene y que es responsabilidad del Gobierno y los líderes de la 38, no de los trabajadores. Basta de demagogia, el Cuarto Informe está cerca y Rubén Moreira quiere curarse en salud y que los paganos sean los trabajadores de la educación.