Retorno de Ricardo Anaya encarnará el contrapeso de AMLO; su mayor reto es aglutinar la oposición

Nacional
/ 5 octubre 2020

El retorno del “chico maravilla” a la escena pública podría dar un respiro a la oposición a López Obrador, coinciden expertos, pero también tendrá que superar las acusaciones en su contra

“Como decía Maquío, ‘sólo está derrotado aquel que ha dejado de luchar’ y nosotros por amor a México seguiremos en pie de lucha”, fueron las palabras con las que la noche del 1 de julio de 2018 Ricardo Anaya se despedía de su vida política y pública. Luego de dos años de ausencia, el 21 de septiembre, el panista anunció su regreso a la política, una reaparición que podría resucitar al PAN y, de paso, convertir a ese partido en el rostro de la oposición con posibilidades de capitalizar el desencanto con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

Politólogos consultados consideran en que el retorno del llamado “chico maravilla” a la escena pública "oxigenará" la vida política de México y podría ser el personaje que encarne el contrapeso a López Obrador, su reto es lograr aglutinar a la oposición.

El regreso del excandidato presidencial de 41 años se da justo a nueve meses de que se realicen las elecciones en las que se renovarán 15 gubernaturas y las 500 posiciones en Cámara de Diputados, espacio que se rumora sería el objetivo de Anaya.

Un regreso que se da a unas semanas de que el exdirector de Pemex, Emilio Lozoya, lo señalara en su denuncia de hechos ante la Fiscalía General de la República de haber recibido 6.8 millones de pesos para su campaña por la gubernatura de Querétaro.

Para el politólogo del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), José Fernández Santillán, el regreso de Anaya Cortés es saludable para la vida pública porque, expresa, a prácticamente dos años de iniciado su gobierno, Andrés Manuel López Obrador no ha tenido oposición, y ello responde a que los partidos quedaron golpeados y derrotados moralmente. Partidos como PAN y PRI.

Desde el triunfo de López Obrador, la oposición se ha mostrado fragmentada, desdibujada y no ha aprovechado la oportunidad de canalizar el enojo y desencanto que comienza a surgir por las decisiones tomadas en lo que va del gobierno de López Obrador.

“El regreso de Ricardo Anaya significa que quiere crear una oposición porque hoy no la hay, hay una reacción y tan no hay oposición, que el presidente se inventa sus adversarios”, refirió Francisco Parra, politólogo del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).

La crisis económica, la pandemia de coronavirus y la inseguridad son el escenario perfecto para que la oposición pudiera ser la voz del descontento de los ciudadanos hacia el gobierno de López Obrador, sin embargo, no lo han aprovechado.

“No le ha hecho mayor daño a López Obrador el factor crisis en México, sus seguidores creen a pie firme suceda lo que suceda. ¿Por qué siguen creyendo en él? Porque no tienen otro asidero, porque no ven otra opción y esa es la que puede representar Ricardo Anaya si logra unificar a la oposición y presentarse como una alternativa viable, creíble, frente a López Obrador, como lo hizo Biden frente a Trump”, agregó Fernández Santillán.

Para que Anaya Cortés logre ser el rostro de la oposición a López Obrador tendrá que hacer más que emitir un video semana y criticar lo hecho por este gobierno, sino proponer soluciones y conectar con los ciudadanos, comenta Fernández Santillán.

Otro de los desafíos que ve el académico es recomponer al PAN, un partido sin liderazgos, y amenazado ante el posible surgimiento de México Libre y el activismo de Felipe Calderón.

“No han logrado rehacerse por su propia culpa, por problemas internos, por las propias divisiones internas, algunas de las cuales ha causado el propio Felipe Calderón, quien al no retomar el control del PAN decidió salirse y formar su propio partido, México Libre, el cual debilita al sistema de partidos”, resalta.

Pero ese costo podría ser mínimo, si el queretano alcanza un espacio en la Cámara de Diputados en 2021, lo que vendría acompañado de fuero constitucional.

Con el regreso de Anaya, la oposición no necesariamente se juega ganar espacios en las que serán las elecciones más grandes de la historia de México, sino no ceder más poder a Morena.

“La cuestión no es avanzar, sino no retroceder, si se logra, lo demás es ganancia. Al paso que vamos López Obrador se quiere adueñar del país”, apuntó Fernández Santillán.

   

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