Retrasan en Israel votación de anexión de Cisjordania
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Un ministro israelí comentó que la votación del gobierno para respaldar la anexión de partes de Cisjordania no se realizará.
Un ministro israelí dijo hoy que una votación del gobierno para respaldar la anexión de partes de Cisjordania no se realizará a finales de semana. El primer ministro, Benjamin Netanyahu, prometió en la víspera que actuaría rápido tras la presentación de un plan de paz de Estados Unidos rechazado por los palestinos.
Netanyahu dijo que pediría al gobierno que amplíe la extensión de la soberanía israelí sobre la mayoría de los asentamientos judíos y sobre el estratégico Valle del Jordán, una medida que podría generar indignación en la comunidad internacional y complicar los esfuerzos de la Casa Blanca para recabar apoyos a su plan.
En declaraciones a Radio Israel, el ministro de Turismo, Yariv Levin, explicó que una votación gubernamental sobre la anexión el domingo no era factible debido a los preparativos, incluyendo “presentar la propuesta al fiscal general y dejar que considere el asunto”.
Los nacionalistas conservadores de Israel pidieron la incorporación inmediata de los asentamientos en Cisjordania, antes de las terceras elecciones presidenciales en menos de un año, previstas para el 2 de marzo.
Este colectivo aceptó con entusiasmo parte del plan de paz del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que permitiría que Israel se anexione territorios, pero rechazaron su llamado para un estado palestino en partes de la Cisjordania ocupada.
Los palestinos reaccionaron con indignación al plan, que adopta en gran medida la posición israelí en todos los asuntos espinosos del prolongado conflicto, desde las fronteras y el estatus de Jerusalén, a las medidas de seguridad y el destino de los refugiados palestinos.
Levin, un alto cargo del partido Likud de Netanyahu, dijo que el estado palestino previsto en el plan de paz de Trump es “aproximadamente la misma Autoridad Palestina que existe hoy en día, con autoridad para gestionar asuntos civiles”, pero le falta “poder reales” como control fronterizo o un ejército.
El gobierno de Trump esperaba que los países árabes respaldasen el plan, pero hasta el momento las reacciones han sido variadas. Arabia Saudí y Egipto, aliados clave de Washington, dieron la bienvenida al esfuerzo y animaron a que se celebren negociaciones sin comentar el proyecto en sí mismo.
Jordania, que tiene un tratado de paz con Israel, advirtió en contra de cualquier “anexión de las tierras palestinas”, reafirmando su compromiso con un estado palestino independiente formado en base a las fronteras previas a 1967 y como Jerusalén Este como su capital.
El presidente de la Liga Árabe apuntó que un estudio inicial del documento de 50 páginas mostraba que “ignoraba los derechos legítimos de los palestinos en los territorios”.
Según Ahmed Aboul-Gheit, la respuesta será clave para armar una “posición colectiva árabe” sobre el plan.
“Conseguir un acuerdo de paz justo y sostenible entre israelíes y palestinos depende de la voluntad de ambas partes”, añadió. “El plan anunciado por el presidente de Estados Unidos reflejó una visión estadounidense no vinculante”.
Los palestinos quieren que Cisjordania y Jerusalén Este, que fueron capturados por Israel en la Guerra de los Seis Días de 1967, formen parte de un futuro estado independiente. La mayor parte de la comunidad internacional considera que los asentamiento israelíes en Cisjordania son ilegales según la ley internacional.
Por su parte, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, señaló que Jerusalén es "sagrado" para los musulmanes y cualquier plan que entregue "Jerusalén a Israel nunca será aceptable”. Las medidas anunciadas por Trump equivalen a una “legalización de la ocupación israelí” de los territorios palestinos, fijo el mandatario a periodistas.
El ministro israelí de Defensa, Naftali Bennett, tuiteó el miércoles que “lo que se demore a después de las elecciones nunca sucederá”.
“Si demoramos o reducimos la extensión de la soberanía (en Cisjordania), entonces la oportunidad del siglo se convertirá en la derrota del siglo”, agregó Bennett, aliado de Netanyahu del partido Nueva Derecha.