Rousseff deja la bicicleta y sale a caminar en su “día D”

Internacional
/ 11 mayo 2016

La política no renunció a sus paseos ni siquiera el día en que la Cámara de Diputados discutió y aprobó su enjuiciamiento, lo que dio lugar a que el proceso llegara a manos del Senado.

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, renunció hoy a su habitual paseo en bicicleta por Brasilia y salió a caminar por los jardines del Palacio de la Alvorada, su residencia oficial, en momentos en que el Senado discute si abre o no un juicio político en su contra.

El tradicional paseo en bicicleta junto con tres guaridas de seguridad forma parte de la rutina que la mandataria del Partido de los Trabajadores (PT) realiza desde hace casi un año, en el marco de una dieta con la que ha perdido unos 15 kilogramos.

La política no renunció a sus paseos ni siquiera el día en que la Cámara de Diputados discutió y aprobó su enjuiciamiento, lo que dio lugar a que el proceso llegara a manos del Senado.

En una oportunidad, Rousseff, quien anda en bicicleta con casco, lentes oscuras y ropa deportiva, llegó a parar y bajarse para socorrer a otro ciclista que se había caído.

Pero hoy, cuando todo indica que el Senado aprobará el inicio del juicio político que la apartará del cargo por un plazo máximo de 180 días, la presidenta optó por caminar por los jardines de la residencia que seguirá ocupando durante este tiempo.

Según sondeos que realizan medios de prensa, ya hay al menos 50 senadores que manifestaron su intención de aprobar la apertura del juicio, número que supera los 41 votos mínimos necesarios, sobre un total de 81 legisladores.

Si esto se ratifica, asumirá el Gobierno de manera interina el vicepresidente Michel Temer. De lo contrario, el proceso será archivado.

Cumplido el plazo de seis meses, si el Senado aún no concluyó el juicio, Rousseff retomará sus funciones hasta que eso ocurra.

Una vez concluido el proceso, el Senado realizará una última sesión, prevista para septiembre, en la que votará si absuelve o condena a Rousseff a la destitución.

Para que sea condenada, se necesitan un mínimo de 54 votos, que equivalen a las dos terceras partes del Senado. Esa última sesión será conducida por el presidente del Supremo Tribunal Federal, Ricardo Lewandowski.

 

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