Se guarda más dinero 'bajo el colchón' que en bancos
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Una diferencia esencial entre uno y otro es que el ahorro a través del sistema financiero formal está garantizado, mientras que en el informal no hay garantía de recuperación
Ciudad de México. Los medios informales de ahorro, como las cajas, tandas o el clásico de guardar el dinero debajo del colchón, ganaron terreno a las cuentas en bancos y otras instituciones financieras, reveló un reporte de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), publicado este miércoles.
En México existen 33.6 millones de adultos, que representan 44 por ciento de la población mayor a 18 años, con una cuenta de ahorro formal. En tanto, 46.7 millones de adultos, 61 por ciento de la población de ese grupo de edad, prefiere los medios informales de ahorro, estableció el "Reporte de inclusión financiera", publicado por octava ocasión por la CNBV, el organismo regulador del sector.
La preferencia por los canales informales de ahorro creció respecto de 2012, año en que fue levantada la anterior Encuesta Nacional de Inclusión Financiera, documento que sirve de base para la elaboración del reporte de la CNBV.
Así, en aquel año, 25 millones de adultos --36 por ciento de la población en ese grupo de edad-- empleaba canales formales de ahorro; mientras, 30.8 millones de personas, 44 por ciento de los adultos, lo hacía a través de medios informales.
El reporte define que el ahorro formal es el que se realiza a partir de una cuenta en un banco o institución financiera establecida --como las sociedades de ahorro y crédito popular. Y, el ahorro informal es en el que se recurre para guardar el dinero a cajas de ahorro organizadas en el trabajo, por familiares o conocidos; guardando dinero con familiares o conocidos; guardando el dinero en casa; participando en tandas; prestando dinero o mediante la compra de animales o bienes.
Una diferencia esencial entre uno y otro es que el ahorro a través del sistema financiero formal está garantizado, mientras que en el informal no hay garantía de recuperación en el caso de un mal manejo de los fondos.
En el ahorro formal no se presenta una diferencia acentuada entre edades ni sexos, excepto para el rango de adultos entre 61 y 70 años, donde la proporción que ahorra formalmente alcanza 65 por ciento entre los hombres y 41 por ciento en las mujeres, estableció el reporte de la CNBV.
En los productos de ahorro formal para este segmento, destacan las cuentas que fueron abiertas para recibir los apoyos económicos de programas gubernamentales, como Proagro, Procampo, pensión para adultos mayores.
Para el ahorro informal, la proporción de adultos que utiliza algún mecanismo de este tipo decrece conforme aumenta la edad, independientemente del sexo, lo que, de acuerdo con el reporte, sugiere que con el paso de los años los sustituyen por productos formales.
Un dato destacado en el reporte es que solammente en el rango de 18 a 30 años los hombres sobrepasan a la proporción de mujeres que ahorra informalmente (74 por ciento en hombres y 70 por ciento en mujeres).