Se prepara Casa Blanca para una nueva parálisis en gobierno
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La división entre republicanos y demócratas sobre un acuerdo presupuestario mantiene en alerta al Gobierno de los Estados Unidos
WASHINGTON.- Con la medianoche como plazo para evitar una segunda parálisis del gobierno, tanto los demócratas como los republicanos se enfrentaban a divisiones internas mientras tratan de impulsar un acuerdo presupuestario.
La frustración creció, así como el riesgo de un cierre del gobierno, cuando el senador republicado Rand Paul, de Kentucky, aplazó la votación de la medida con la esperanza de conseguir votos para revertir los incrementos en los egresos.
“Me lancé como candidato porque era muy crítico de los multimillonarios déficits del expresidente Barack Obama”, indicó el senador. “Ahora tenemos a los republicanos y a los demócratas ofreciéndonos déficits de billones de dólares. Honestamente no puedo mirar hacia otro lado”.
El gobierno del presidente Donald Trump, el cual ha apoyado la aprobación del proyecto de presupuesto, se estaba preparando para un “intervalo” en las partidas presupuestarias, de acuerdo con un funcionario de la Oficina de Administración y Presupuesto de la Casa Blanca, quien habló bajo condición de anonimato. Eso indica que, de haber otra parálisis de gobierno a menos de un mes del cierre de tres días en enero, ésta sería de corta duración.
Las agencias presentaron planes de contingencia. La parálisis parcial forzaría en esencia a la mitad de la fuerza de trabajo federal a quedarse en su casa, congelaría algunas operaciones y cerraría algunos parques y otras instalaciones. Los servicios considerados como esenciales continuarían trabajando, incluidos los pagos de Seguro Social, el sistema de control de tráfico aéreo y las fuerzas policiales.
La aprobación del acuerdo en el Senado parecía estar asegurada _eventualmente_ pero la situación en la Cámara de Representantes seguía complicada. En la cámara baja, tanto los demócratas progresistas como los republicanos del Tea Party se opusieron a la medida, la cual contiene cerca de 400.000 millones de dólares en nuevos fondos para el Pentágono, para agencias nacionales, ayuda en desastres y para extender diversas cláusulas de la ley de salud.
El acuerdo presupuestario agrega cientos de miles de millones de dólares a la deuda de más de 20 billones de dólares de la nación.