'The Last Jedi': Sorpresas y diversión
COMPARTIR
La segunda entrega de esta nueva trilogía brilla por un gran manejo de la tensión y una emocionante aventura a la altura de las enormes expectativas
No sé quién podría entrar a ver una película de “Star Wars” a estas alturas sin ser fan. Si ese es el caso, disfrutarán de una entretenida aventura en el espacio y listo. Pero la creciente tensión, la enorme emoción, ese escalofrío que recorre nuestra espalda al escuchar el clásico tema de John Williams y ver las letras amarillas recorrer el cielo estrellado, esa emoción incomparable ya es parte de esta franquicia. Esa “fuerza”, llamémosle así sin ningún propósito en particular, quizá nos llega a cegar ante ciertas cosas o a tener unas expectativas demasiado desproporcionadas. La oscuridad crece y la luz para alcanzarla, ya saben. Hay que tener cuidado con esa fuerza, no queremos que nos ocurra lo que le pasó a Ben Solo. Así pues, tratando de ser lo más objetivo posible, diré que esta cinta es muy emocionante, divertida y está repleta de giros inesperados.
“Los Últimos Jedi” nos ubica casi justo donde nos dejó la anterior. Rey (Daisy Ridley) llega con Luke (Mark Hamill) y le entrega su sable láser, ese que su propio padre le arrancó con todo y mano años atrás. Mientras tanto, la Resistencia es perseguida por una despiadada Primera Orden, que parece que los tiene acorralados. Es difícil contar de qué se trata la historia sin hacer observaciones que revelen algo demasiado importante de la trama pues, como ya dije, una de sus más llamativas características es que está repleta de vueltas de tuerca. Digamos, pues, que los antes mencionados son los dos grandes puntos de la trama, pero hay un tercero. Finn (John Boyega) se encuentra a un nuevo personaje, Rose (Kelly Marie Tran), junto a quien deberá ir en una misión para ayudar a sus compañeros del inminente peligro que corren de ser aniquilados para siempre.
“El Imperio Contraataca” (1980) sigue siendo la mejor película de “Star Wars”. No creo, ni siquiera, que “Los Últimos Jedi” sea el equivalente de aquella cinta para esta nueva trilogía. Eso sí, es muy buena. Creo que lo más sólido que le otorga el nuevo director, Rian Johnson, es jugar con las expectativas y darle a la trama varios momentos únicos y completamente impredecibles. Las sorpresas son mayúsculas e importantes para la trama central. Estos momentos son precedidos por una creciente tensión, que la cinta también maneja muy bien. La trama logra ponernos en una situación en la que nos tiene mordiéndonos las uñas, sobre todo rumbo al final. Es decir, logra lo que ya uno no esperaría de este tipo de cintas, que creamos que cualquier cosa puede ocurrir. Recuperar este sentimiento es un giro refrescante, a diferencia de, digamos, tener que destruir otra “Estrella de la Muerte”.
No malinterprete mi comentario. No creo que “Los Últimos Jedi” sea mejor que “El Despertar de la Fuerza” (2015). Aquella, me parece, era una especie de homenaje y siendo la primera película de “Star Wars” en años, fue como un golpe emocional muy poderoso, además de encariñarnos con los nuevos personajes. En ese sentido, no podemos culpar a “Los Últimos Jedi”, ya que, bueno, su misión era otra: seguir con la historia. Los defectos, lo que más me molestó de la cinta es, creo, una cosa muy clara. Principalmente, el uso del humor y eso incluye a ciertas creaturas que viven en la isla de Luke, sobre todo los Porgs, que se volvieron famosos incluso antes de que saliera la película. Estos seres fabricados exclusivamente para vender juguetes son los nuevos Ewoks, la diferencia es que aquellos al menos ayudaron a derrocar al Imperio Galáctico. Los Porgs no hacen nada y alimentan el seguido desatinado sentido del humor de este filme.
Debería existir un parámetro que cuente la cantidad de bromas, pero no recuerdo que las otras cintas de “Star Wars” tuvieran tantas. En fin, quizá me equivoco y la única razón por la que me molestaron es porque no están bien colocadas y casi ninguna me hizo reír. Parecen fuera de lugar y hablando de eso, hablemos de la historia de Finn y Rose, que ciertamente se desvía de la trama central por un buen rato. Diría que sí, que también se siente como algo fuera de lugar, y al menos así me lo parecía al principio, pero conforme fue avanzando le fui tomando cariño a todo lo que les ocurría, sobre todo cuando se encuentran con un nuevo personaje interpretado por Benicio del Toro. Hay también aquí un discurso sobre la guerra y los poderosos que, viéndolo bien, podría estar de más, pero creo que funciona. Esta aventura secundaria es casi como su propia historia individual, si se une podría ser un buen cortometraje.
“Star Wars” trata de aventuras. De misiones divertidas con un montón de naves disparando lásers. Entretenimiento, quizá, en un nivel más infantil, pero también forma parte de esta saga. Estas secuencias emocionantes son bien llevadas en la cinta. En cuanto acción, hay un par de destacables. No diré más al respecto, pero la mejor involucra unos tipos con armaduras rojas que se ven geniales. Así pues, se crea un excelente balance entre contarnos una historia nueva e interesante, que nos mantiene atentos todo el tiempo (y con esto me refiero a todo lo que no tenga que ver con Finn y Rose que, aunque está bien, no forma parte de la trama central, al menos por un rato), además de tener buenas escenas de acción. Y no cabe duda que una cosa necesita de la otra para funcionar.
Estamos ante un producto sólido que no teme tomar riesgos. Y bueno, como siempre, están los claros guiños al pasado que son imposibles de evadir. Creo que todos son bien llevados, en especial el más importante y evidente. No se sienten invasivos y dejan que la historia nueva fluya. Cualquier fanático de “Star Wars” la disfrutará mucho. Si no son fans, como ya dije al principio, encontrarán una película de ciencia ficción y aventuras muy entretenida. Pero le va a faltar lo más importante: hay que ser sensibles a la fuerza.
Director: Rian Johnson.
Elenco: Mark Hamill, Carrie Fisher, Adam Driver, Daisy Ridley, John Boyega, Oscar Isaac, Andy Serkis, Laura Dern, Benicio del Toro.
Género: Ciencia ficción / Aventura.
Clasificación: B
Duración: 152 minutos.
Historia. La cinta nos ubica casi justo donde nos dejó la anterior. Rey (Daisy Ridley) llega con Luke (Mark Hamill) y le entrega su sable láser, que su padre le arrancó años atrás.
Calificación 8.5 de 10