Sufren migrantes abuso policial en municipios del sur de México

Nacional
/ 4 abril 2021

Militares mexicanos, acusados de asesinar a un ciudadano guatemalteco, fueron retenidos por una turba que los desarmó, los humilló y los llevó por la fuerza hasta una región cercana a los límites de Guatemala

SAN JOSÉ BACANTUM, CHIS.- Militares mexicanos, acusados de asesinar a un ciudadano guatemalteco, fueron retenidos por una turba que los desarmó, los humilló y los llevó por la fuerza hasta una región cercana a los límites de Guatemala.

Tal como describe el semanario Proceso, el 29 de marzo pasado, un grupo del 15 Regimiento de Caballería Motorizada de la 31 Zona Militar de Comitán se encontraba en un puesto de control a la altura del poblado Barrio San José Bacantum, municipio de Mazapa de Madera, entre Motozintla y Frontera Comalapa, en la región fronteriza de la Sierra Madre de Chiapas.

Los uniformados pretendieron detener una camioneta Mitsubishi gris que provenía de Motozintla rumbo a territorio guatemalteco, a fin de revisarla, pero, en la versión de los militares, los ocupantes del vehículo con placas de Guatemala intentaron evadir el retén y tuvieron que dispararles. Dos tiros atravesaron el parabrisas.

En el asiento del copiloto quedó muerto Elvin Mazariegos Pérez, de 30 años, con un impacto en el cuello y otro en el pecho. El conductor, Dylan López, logró bajarse y cubrirse. Un tercer ocupante, de quien no se dijo su nombre y que había pedido “un aventón” e iba en la góndola de la camioneta, logró escapar de ahí.

La región donde ocurrieron los hechos es parte de la ruta de pasos informales o puntos ciegos, donde las autoridades federales mexicanas casi no tienen presencia y por consiguiente no se pide documentación a nadie.

‘BARBARIE’

Este acto de abuso policíaco recuerda al ocurrido en Tulum, en la esquina de La Selva y Faisán, de la colonia Tumbenkán, en donde se cruzaron los destinos de la inmigrante salvadoreña Victoria Esperanza Salazar Arriaza y de la policía municipal Verónica V. quien mató a la primera.

Victoria, quien al fallecer tenía 36 años, huyó de la miseria y la violencia de su país en 2016 junto a sus dos hijas, quienes actualmente tienen 17 y 15 años. Llegaron a Quintana Roo en 2018, al parecer desde Tapachula, como parte de un programa de acogida temporal.

Hasta el cierre de esta edición no se sabía dónde estuvo ni de dónde venía cuando entró al OXXO; tampoco la causa de su errático comportamiento que, sin ella agrediera a nadie, derivó de su detención y asesinato a manos de policías municipales.

(Con información de Proceso)

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