"También esto pasará”, un punto de inflexión en mi vida: Milena Busquets
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En "También esto pasará" (Anagrama), Blanca, alter ego de Milena, acaba de perder a su madre y para aliviar su dolor viaja a Cadaqués, el pequeño pueblo de los veranos de su infancia.
La española Milena Busquets, autora de "También esto pasará", cuenta a dpa que se dejó "mucho la piel" en su segunda novela, que ya fue traducida a 30 lenguas y será llevada próximamente al cine.
Busquets, una de las invitadas estelares de la 42 Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, escribió "También esto pasará" luego de lo que define como "un punto de inflexión" en su vida: la enfermedad y muerte de su madre, la mítica editora Esther Tusquets.
"Creo que a partir de ahí abandono definitivamente la niñez en la que había vivido cómodamente instalada y entro en el mundo de los adultos. Si lo que quieres es escribir, es mejor ser adulto. Por muy niña inteligente que seas, has de escribir desde la edad adulta", afirma tras su participación en la feria.
Mientras la novela se publicará en mayo en Estados Unidos y Reino Unido, la escritora no se presiona de cara al futuro: "Este éxito no se va a repetir así, es imposible. Habrá un tercer libro, ya veremos cómo sale, yo espero que haya un cuarto, un quinto".
En "También esto pasará" (Anagrama), Blanca, alter ego de Milena, acaba de perder a su madre y para aliviar su dolor viaja a Cadaqués, el pequeño pueblo de los veranos de su infancia. Entre el desgarro de la ausencia y la reafirmación de la vida, lamenta: "Cuando el mundo empieza a despoblarse de la gente que nos quiere, nos convertimos, poco a poco, al ritmo de las muertes, en desconocidos".
Busquets (Barcelona, 1972) atribuye el "tsunami literario" que generó su novela a que se centra en la compleja relación madre-hija, "que no está tan tratada en la literatura". Asimismo se lo explica por "la forma de escribir, como tan cercana a la forma de hablar, que en realidad está muy trabajada".
"La gente ve que no hay ninguna pretensión y en la literatura hay tanta pretensión, tantos decorados, tantas cortinas. Mucha gente escribe muy bien, pero falta electricidad, falta pasión, y creo que en este libro está esto. Está muy claro que me he dejado mucho la piel en el libro y la gente lo notó", cree.
Busquets, quien también trabajó en el sector editorial, apunta: "No me gusta nada el mundo intelectual cuando se convierte en una cosa impostada, de sentido de superioridad. Creo que nadie es superior por leer, no me parece que el mundillo editorial sea más digno que el mundillo de los fabricantes de zapatos".
Los egos no tienen ninguna utilidad, advierte la autora. "Sobre todo no sirve para escribir, te aleja de la gente. Y es una chorrada porque al final todos vamos a morirnos, a todos nos han abandonado, a todos nos han roto el corazón, todos nos hemos quedado sin dinero, seas editor o no".
A la pregunta de si en algún momento se sintió expuesta al transformar vivencias personales en literatura, reflexiona: "Cuando lo escribía no pensaba que estaba siendo impúdica ni que estaba siendo valiente. No te lo planteas, porque te metes como en una especie de túnel, y claro, has de entrar desnudo en este túnel de alguna manera". En un libro tan personal, "si quieres hablar de sentimientos y de sentimientos actuales que son los que sentimos todos, la gente nota cuando estás contando una mentira".
Los derechos de "También esto pasará" fueron comprados por el director de cine y productor argentino Daniel Burman ("El abrazo partido"). "Tuve reuniones con productores franceses y españoles y con el que más me entendí pues es con Daniel. Somos muy parecidos argentinos y españoles. Creo que será un viaje muy divertido", se entusiasma y adelanta que la película se rodará en Cadaqués.
En 2008 Busquets publicó su primera novela, "Hoy he conocido a alguien", que asimismo gira en torno a una protagonista femenina. "No creo que nunca ponga un personaje masculino en el centro de la historia, porque no me veo. Me interesan mucho los hombres y estoy muy atenta a ellos, pero no sé si sabría hacerlo".
Busquets analiza que desde aquel libro pasaron varios años en los que la vida se le puso "al revés" y finalmente se permitió hablar "un poco en serio de algunas cosas". Y dice: "Las cosas serias e importantes las hacía mi madre o la otra gente, yo no, yo era la niña graciosa".
Asimismo manifiesta sentirse "muy en deuda" con aquella generación de mujeres como Esther Tusquets, "que hicieron cosas muy importantes, tuvieron que luchar para conseguir cosas básicas como el divorcio". "Estudiaron, trabajaron, se separaron, tuvieron hijos fuera del matrimonio. Mi madre no se casó con mi padre. Yo era la única niña del colegio con padres no casados".
Busquets creció entre figuras de la talla de Ana María Moix y Ana María Matute. "Veía que eran mujeres bastante impresionantes. Había como una fuerza, una vitalidad, unas ganas de luchar, que era muy fascinante incluso para una niña de siete años. Haber conocido a Ana María Matute es de las cosas que me alegro. Pues me enseñó que a veces la gente con más talento es la gente con más sentido del humor, más natural, más generosa".
La hija de la fundadora de Lumen descree del poder redentor de la escritura. "Leer me ha salvado en muchos momentos", señala. "Tengo una deuda increíble con los libros. De repente estás mal, estás solo, y coges el libro adecuado y hay libros que te salvan. Pero escribir no, porque escribir es un trabajo".
Busquets evoca a su madre como "una mujer increíblemente trabajadora" y "una editora de raza" y confiesa que sigue extrañándola a diario. "Cada vez que me pasa algo bueno, me gustaría compartirlo con ella. Cada vez que estoy triste o que me siento sola, me gustaría que estuviese ahí”.