Toma de rehenes en Kabul deja 14 muertos

Internacional
/ 11 octubre 2016

El ataque, que no fue reivindicado inicialmente, es "un crimen contra la humanidad" denunció el presidente afgano, Ashraf Ghani

Kabul. Catorce personas, entre ellas un niño, murieron y 36 resultaron heridas el martes en un ataque de hombres armados en Kabul contra peregrinos durante la gran fiesta chiita de la Ashura.

La fiesta de la Ashura es la más importante del calendario religioso chiita, que vive bajo los ataques constantes del yihadismo en todo Oriente Medio.

Al menos uno de los atacantes murió en ese asalto cerca del santuario de Karte Sakhi, en los alrededores de la Universidad de Kabul, así como un policía. Diecinueve mujeres resultaron heridas, precisó a la AFP el portavoz del ministerio de Interior, Sediq Sediqqi.

"La policía evacuó a docenas de personas del santuario" explicó el jefe de policía de Kabul, Abdul Rahman Rahimi.

El ataque, que no fue reivindicado inicialmente, es "un crimen contra la humanidad" denunció el presidente afgano, Ashraf Ghani.

El jefe de Estado invitó a "las comunidades sunita, chiita y a todos los musulmanes a ayudar a identificar a los que conspiran contra la unidad de Afganistán".

- Combates en Helmand - Ese ataque se produce además en plena lucha del gobierno contra los talibanes en el norte y el sur del país.

El ejército retomó el control de la ciudad de Lashkar Gah, capital de Helmand, provincia del sur gran productora de opio, al día siguiente de una nueva ofensiva talibán en los suburbios.

El ataque talibán del lunes, que dejó al menos 15 muertos, 10 de ellos policías, es uno más de la larga serie de ofensivas en esta provincia, la mayor región del país, donde los insurgentes resisten desde hace años a las tropas británicas y estadounidenses.

El ejército afgano desplegó "200 miembros de fuerzas especiales y 400 hombres apoyados con artillería" para terminar con los insurgentes, informó a la AFP el comandante especial para las operaciones en Helmand, Abdul Jabar Qahraman.

El gobierno, que acaba de recuperar el centro de Kunduz, la capital comercial del nordeste asediada desde hace una semana por los talibanes, parece dirigir sus fuerzas hacia Helmand. Un portavoz de la provincia, Omar Zwak, explicó a la AFP que estos refuerzos "habían sido enviados de Kabul y de las provincias vecinas para lanzar una operación de limpieza" en Lashkar Gah.

"Las fuerzas de seguridad sacarán pronto a todos los talibanes de la ciudad", afirmó.

Los responsables estadounidenses de esta operación confirmaron el martes a la AFP que se efectuaron la víspera "dos ataques aéreos en Helmand" y añadieron que disponían en el terreno de "medios para seguir apoyando (las fuerzas afganas) si era necesario".

La ciudad de Lashkar Gah, de unos 200 mil habitantes, suele ser atacada por los talibanes, que controlan amplias zonas de la provincia.

En agosto, tras una importante ofensiva insurgente, miles de civiles huyeron hacia Kabul, abandonando sus terrenos y sus casas.

Helmand, fronteriza con Pakistán, es la mayor provincia afgana. En ella se produce casi el 80% del opio mundial, una importante fuente de financiación de los talibanes. A nivel estratégico, es también una zona importante al situarse junto a la provincia paquistaní de Beluchistán, de mayoría pastún, lo que facilita la circulación de los combatientes.

El gobierno central nunca ha conseguido controlar completamente la provincia. Los ejércitos occidentales también han tenido muchas dificultades en la región: los mil 600 soldados británicos desplegados en 2006 compararon la violencia de los combates a los de la guerra de Corea. Más tarde, fueron enviados hasta 4 mil marines estadounidenses en 2009.

Desde que las fuerzas extranjeras se retiraron a finales de 2014, dejando menos de 10 mil hombres en la zona, sobre todo estadounidenses, es el ejército afgano junto a la policía el que ocupa el terreno.

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