Tu salud en un móvil ¿cómo elegir la mejor app?
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¿Una app para tu salud? Hay muchas opciones en la jungla de las aplicaciones que son más de 325 mil en todo el mundo
MADRID.- A la espera de que la Unión Europea ponga en marcha su Eudomed, una base de datos sobre productos sanitarios para reforzar la seguridad de los pacientes, hay ciertas reglas y algunas instituciones que nos pueden ayudar a movernos entre tantas apps de salud.
En iSYS, una fundación sin ánimo de lucro creada para desarrollar proyectos sociales de salud digital con la idea de contribuir a la mejora de la salud y la calidad de vida, han publicado un catálogo con las mejores aplicaciones en lengua española.
Su presidenta Inma Grau ha explicado a EFEsalud cuáles son los criterios que manejan para confeccionar su “TOP 20” .
La primera regla de oro es que la app divulgue quien es el responsable o responsables de la aplicación.
De las aplicaciones analizadas, en al menos un 30% el responsable no figura.
Que las aplicaciones estén vinculados a sociedades científicas o de pacientes, universidades u hospitales es otra consideración relevante a tener muy en cuenta.
“Este respaldo da mayores garantías, especialmente cuando hablamos de enfermedades. Y deben dispararse las alarmas cuando piden datos que no son necesarios o consecuentes con el uso de la aplicación”, advierte esta experta, responsable también del observatorio de salud (Mhealth) del hospital Clínic de Barcelona y vinculada a Grup Ágata, una asociación de mujeres afectadas de cáncer de mama.
En esta edición, la Fundación iSYS ha contado con más de 30 asociaciones de pacientes, que han colaborado en el proceso.
En total, se han analizado 315 apps de salud, de las que 72 (52 para pacientes y 20 para profesionales) han cumplido los criterios de inclusión.
Para el catálogo se utilizan algunos objetivos consensuados por expertos (médicos, enfermeras, pacientes, especialistas en salud pública, comunicación social y tecnología) que se centran en tres aspectos: apps de salud: popularidad, confianza y utilidad.
Popularidad/apartados que puntúan: que estén disponible en dos plataformas, como IOS y Android; que estén declaradas de interés por alguna asociación de afectados; la puntuación de los propios usuarios; y que al menos hayan tenido 500 descargas (un 40% de las aplicaciones de salud no llegan a esta cifra).
Confianza/ puntúa: validada por un organismo sanitario o sociedad científica, colegio profesional o ONG; identifica a los autores, personas físicas; la app tiene Website (Responsabilidad); fuentes de evidencia científica; nombra la organización responsable, la última actualización de la aplicación es menor a 1 año; informa de cómo se financia.
Utilidad/puntúa: proporciona calculadoras y mediciones; ayuda en un procedimiento asistencial; tiene archivo de datos imágenes; facilita ver relaciones causa efecto / permite ensayar; facilita observar a los que lo hacen bien, aprendizaje vicario; facilita el seguimiento de pacientes; incrementa las relaciones sociales; obtiene respuestas positivas de los usuarios y proporciona contacto social. Es curioso que de todas las analizadas, sólo el 9 por ciento de las apps de salud están dedicadas a enfermedades, frente a cerca de un 65% destinadas al bienestar general.
La respuesta es sencilla:“es más fácil abrir una aplicación en el mercado que no te comprometa con nada”.
En su búsqueda de aplicaciones serias y útiles se topan con muchas sorpresas buenas y no tanto.
Este año, por ejemplo, dieron con una que ligaba la curación de la depresión a las vibraciones del móvil.
Todas las apps de salud que son calificadas como producto sanitario tienen que pasar un control.
Por ejemplo, la aplicación de diabetes que hace un seguimiento y aconseja la dosis de insulina que debe ponerse el usuario/paciente, es calificada de producto sanitario y ello conlleva unos controles para que pueda ser confiable y para evitar que por un error del software no se dé la dosis equivocada.
“Hay muchas que lo que hacen es un seguimiento, pero sin dar consejo y en este caso no necesitan ser calificadas como producto sanitario, porque son puramente informativas, como las que miden los pasos que das y las escaleras que subes, sin más”.
Las apps del cáncer
Inma Grau cita un estudio de G.Giunti; E Guisado- Fernández; J.L Bender; D.H Giunta y L. Fernández- Luque , sobre aplicaciones de cáncer de mama, realizado en 2016, en el que se llegó a las siguientes conclusiones, muy ilustrativas de lo que está sucediendo en el mundo de las apps de salud:
Así y según este estudio, la mayoría de las aplicaciones eran gratuitas (78,63 %), y las de pago se daban con más frecuencia en iOS (25,55%), frente Android (16,6%).
De Android, 190 apps (el 67,37 %), tenían menos de 500 descargas, mientras que solo 3, sobrepasaban las 100 mil descargas.
La mayoría de las aplicaciones tenían como propósito informar sobre la enfermedad y el tratamiento 174 (29%), y actuar de soporte durante el tratamiento 114 (19%).
Los promotores eran mayoritariamente pequeñas o medianas empresas (34,9 %) o individuos (19,7%).
En cuanto a aspectos ético-legales, una quinta parte de las analizadas (19,7%) incluían referencias, y una cuarta parte descargos de responsabilidad (24,54%).