Un jefe en pañales

El mes pasado se estrenó la primera gran película animada (y de superhéroes) del 2017: “Lego Batman: La Película”, de Chris McKay, que todavía el día de hoy se exhibe en Saltillo.

Pero el día de mañana, y luego de exhibiciones en un domingo de pre-estreno que la ubicó entre las cinco películas más taquilleras de salas de cine en México del pasado fin de semana, llega en estreno simultáneo con los Estados Unidos “Un jefe en pañales” (“The Boss Baby”), de Tom McGrath, la apuesta de los estudios Fox asociados con Dreamworks para esta temporada de primavera previa a la Semana Santa.

“Un jefe en pañales” era original y divertida desde su tráiler, ya que como desde ahí se nos anticipa cuenta la historia de un bebé con voz de adulto que llega a la vivienda de un matrimonio con un hijo de siete años de nombre quienes lo reciben como un nuevo miembro de la familia a pesar de que con ello se desvía la atención como hijo único de Tim y de que el bebé ahora sí que cuenta con una agenda propia para detener una conspiración de una compañía de cachorros de perros que amenazan con poner en riesgo la llegada de más bebés al enfocarse la mayor parte de la población en sus mascotas.

Esa es la conspiración que desde los avances descubre Tim y trata de convencer a sus padres que el bebé es en realidad un infiltrado de una compañía de bebés que en compañía de otros están coludidos para llevar a buen puerto esta misión sin importarle en realidad el bienestar de la familia a la que llega para operar desde el seno de este hogar su plan estratégico, pero en el transcurso de la misma tanto la actitud de Tim como la del bebé cambian al unir fuerzas por un fin común y que es precisamente la del vínculo familiar que forman durante el proceso.

Basada en un popular libro infantil de la autoría de María Freeze y dirigida por Tim McGrath, quien en el pasado ha realizado para Dreamworks como la trilogía de películas de “Madagascar” y también “Megamente”, del 2010, “Un jefe en pañales” si bien será la dicha para los públicos infantiles y preadolescentes, para los adultos tiene el plus de una crítica a las corporaciones que por un lado han hecho un negocio constante y sonante el dedicarse al mercado de los niños pero también aquel que ha hecho que las mascotas sean sustitutos de los infantes y haya incluso casos extremos de aquellas personas muy ricas que no han tenido descendencia o vínculos familiares y en lugar de dejar su herencia material a una institución de beneficencia, por ejemplo, se lo dejan a su mascota.

Sin embargo, a pesar de esa crítica intrínseca, “Un jefe en pañales” no se mete en camisa de once varas puesto que su mayor apuesta es la diversión y es lo que logra, aunado a un mensaje del que toma la estafeta de la reciente “Cigueñas: La historia que no te contaron”, de Nicholas Stoller y Doug Sweetland, que es el rescate de la familia en estos casos específicos a través de los protagonistas bebés garantizando la preservación de la especie humana.

La mayor crítica a la película en sí es que en esta ocasión, y quizás porque el mercado al que apunta es primordialmente infantil, no hay copias en inglés donde pueda disfrutarse al bebé con la voz del actor Alec Baldwin como “el jefe en pañales” pero quien hace su voz en castellano, así como el resto de los personajes, cumplen muy bien y no lo hacen nada mal.

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