Una bacteria podría desarmar a mosquitos transmisores de la malaria

Vida
/ 31 mayo 2016

La malaria es una de las enfermedades infecciones más peligrosas del planeta. Los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que en 2015 hubo 214 millones de personas que se infectaron con la malaria y 438,000 murieron debido a ello.

La bacteria Wolbachia podría mantener a raya a los agentes patógenos de la malaria en determinados mosquitos transmisores de la enfermedad, según apunta un equipo de investigadores estadounidense en un artículo que publica hoy la revista especializada "Nature Communications"

De acuerdo con sus estudios, la cifra de infecciones de malaria en determinadas regiones podría reducirse si hubiese más mosquitos con esa bacteria.

La malaria es una de las enfermedades infecciones más peligrosas del planeta. Los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que en 2015 hubo 214 millones de personas que se infectaron con la malaria y 438.000 murieron debido a ello. El agente patógeno entra en el sistema circulatorio y se multiplica en el hígado. El cuerpo reacciona con brotes de fiebre. Por el momento no hay una vacuna que haga frente a la enfermedad.

La bacteria Wolbachia no es una desconocida para los biólogos. Se trata de una bacteria que vive en animales invertebrados como los gusanos o las arañas y sobre todo en insectos. Se estima que la bacteria se puede encontrar en dos tercios de todos los tipos de insectos, entre ellos también los mosquitos portadores de enfermedades infecciosas como el dengue o la fiebre amarilla.

Cuando los mosquitos tienen la bacteria Wolbachia, el peligro de que transmitan un agente patógeno peligroso se reduce considerablemente. Es por ello que estas bacterias están siendo consideradas una alternativa biológica en la lucha contra las enfermedades infecciosas tropicales.

Pero el mosquito Anopheles, el principal portador del Plasmodium -el agénte patógeno más importante de la malaria- , está libre de Wolbachia.

El equipo de investigadores que dirige Flaminia Catteruccia, del centro de salud pública Harvard T. H. Chan, en Boston, descubrió hace unos años una rama de la Wolbachia que denominaron "wAnga".

De los más de 600 mosquitos Anopheles coluzzii que los investigadores recabaron en Burkina Faso, un 46 por ciento portaban el "wAnga". Con tan sólo una excepción, de los 221 mosquitos analizados, los que portaban la bacteria Wolbachia no tenían el agente de la malaria.

Si se expandieran los mosquitos con la bacteria Wolbacia, la cifra de infecciones de malaria en el África subsahariana se reduciría considerablemente, según los cálculos realizados por los investigadores.

Por el momento, se desconoce cómo reducen las bacterias el Plasmodium. De otros estudios se deduce que la Wolbachia puede activar el sistema inmune de los insectos en los que habita, por lo que refuerza la lucha contra el agente de la malaria. La Wolbachia y el Plasmodium se disputan los nutrientes.

Los biólogos criaron en el laboratorio nuevas generaciones de mosquitos partiendo de huevos y larvas e investigaron las consecuencias de la bacteria. De otros insectos se conoce que la Wolbachia altera la fertilidad y la reproducción. En el caso del Anopheles coluzzii, los investigadores no notaron ninguna alteración del comportamiento de género (masculino/femenino) ni una mayor mortandad de los mosquitos que acaban de nacer.

No obstante, las hembras de mosquito con Wolbachia depositaban sus huevos mucho antes que las otras mosquitas de su misma especie que no tenían la bacteria. Una generación que nace antes podría contribuir a que los mosquitos con Wolbachia se impongan a largo plazo a los que no tienen la bacteria, señalan los científicos.

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