Usan las redes sociales para extender el odio hacia los migrantes

Nacional
/ 21 octubre 2018

Mensajes ofensivos, donde llaman a los hondureños perros y violadores, circulan en redes sociales que inciden aquí y en pueblos aledaños a la frontera en las últimas horas para alentar el odio y el rechazo ante la presencia, cada vez en oleadas mayores, de hondureños indocumentados

Ciudad Hidalgo, Chis., En un whatsapp que circula profusamente en los celulares con prefijos de Ciudad Hidalgo y ­Tapachula alertan: Atención, no les ofrezcan agua a los extranjeros, no les permitan usar sus baños, no les abran las puertas porque invaden. Eso ya está pasando. Otra nota similar divulga que hay mucho delincuente entre ellos. ¡Cuidado!

Recados parecidos y otros mucho más ofensivos, donde llaman a los hondureños perros y violadores, circulan las redes sociales que inciden aquí y pueblos aledaños a la frontera intensamente en las últimas horas para alentar el odio y el rechazo ante la presencia, cada vez en oleadas mayores, de hondureños indocumentados que de momento se albergan en el parque central, en un centro social municipal y en las pocas iglesias que les han abierto sus puertas, ya que los dos centros de acogida no gubernamentales en la localidad –la Casa del Migrante Scalabrini y el Buen Pastor, con apenas cupo para 300 personas– están llenos a toda su capacidad.

$!Usan las redes sociales para extender el odio hacia los migrantes

Algunos comercios rechazan a la clientela si el dependiente imagina que cree que son hondureños. Otros proclaman: Mantenga cerradas sus puertas. Esta gente es peligrosa.

Frente a la campaña alarmista, en la ciudad hay calma, no hay ­reportes policiacos que justifiquen la paranoia y, por el contrario, por la tarde algunas familias se acercan al parque a curiosear y ver a esa gente de la que tanto habla la televisión estos días.

–¿Y por qué dice que son un peligro, si no ha pasado nada, si ellos no han hecho nada, si son gente que sólo quiere pasar por aquí y son pobres como usted mismo? –se le pregunta a un señor con su carrito de tamales.

–Pues sí, pero a uno sí le dan miedo ¿sabe? Como no tiene hijos pequeños…

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