Zuckerberg demandó a sus vecinos de Hawaii para obligarlos a vender sus propiedades
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En busca de mayor privacidad, el líder tecnológico quiere apropiarse de una docena de localidades aledañas a su terreno que han pertenecido a los nativos durante décadas con herencias poco claras
Cuando el CEO de Facebook, Mark Zuckerberg, pagó USD 100 millones para comprar 280 hectáres en 2014, no imaginó que acabaría enfrentado a sus vecinos locales, a quienes demandó para buscar que un juzgado obligue a subastar los terrenos y poder finalmente tener su "santuario" privado en el paradisíaco lugar.
El multimillonario ya había entrado en polémica a mediados del 2016, cuando levantó un muro en los límites de su propiedad en Kauai, la cuarta isla más grande del archipiélago. Un residente se quejó por entonces porque la pared era "muy opresiva, inmensa" y argumentó que la construcción "corta la vista que ha estado disponible y ha sido muy apreciada por la comunidad local durante años".
Sin embargo, en busca de mayor privacidad, el líder tecnológico quiere apropiarse de una docena de localidades aledañas a su terreno que han pertenecido a los nativos durante décadas con herencias poco claras. Ese sería uno de los argumentos principalmente para el proceso judicial.
Según las leyes locales, una demanda puede ser elevada para conocer al verdadero propietario de un terreno, ya que las familias kamaaina (locales) suelen heredar a través de generaciones el bien, por lo que su dueño no siempre es del todo claro en la familia. Si el proceso no determina quién tiene derechos sobre el lugar, puede pasar a una subasta pública, donde Zuckerberg correría con una abrumadora ventaja.
"La persona que recibe la demanda está a la defensiva, porque su posesión ha sido puesta en duda y en riesgo", explicó el abogado inmobiliario Donald Eby al periódico hawaiano Star Advertiser.
Zuckerberg, aprovechando la frecuente falta de documentación de tiítulos de propiedad, impuso la demanda el 30 de diciembre a través de otras compañías, según reportó el diario, que explicó que la aplicación de la ley no es tan común en el estado por el elevado costo del trámite (a partir de USD 100 mil), pero ese no sería un inconveniente para el norteamericano.
Algunos de los casos se refieren a propiedades que no tienen un dueño actualmente vivo, por lo que los abogados deben presentar esfuerzos válidos por intentar comunicarse ante los descendientes. En tanto, en uno de los casos más complicados, uno de los terrenos (de menos de una hectárea) está en disputa ante unos 300 herederos de un inmigrante portugués que llegó en 1894, muchos de los cuales desconocen de la información.
Los implicados en el caso cuentan con pocas semanas para responder ante los juzgados y así no quedar excluidos en el proceso.
Sin embargo, por más que Zuckerberg insista en sus intentos de maximizar la privacidad del lugar, nunca podrá hacerlo del todo, ya que en Hawaii todas las playas son públicas y la arena siempre podrá ser disfrutada por todo el que pueda llegar al lugar.