Ruta 17: Atínele al camión

La ruta 17 parte del norte por López Zertuche. Llega al centro de la ciudad y toma hacia el sur por la calzada Antonio Narro, pasa por la Central de Autobuses, para después dirigirse de nueva cuenta al norte bajando por Xicoténcatl.

No obstante, querer usar esta ruta es difícil, precisamente porque no existe un color o seña común que las identifique. Hay que estar adivinando a lo lejos si el camión que se alcanza a apreciar pertenecerá o no a esta ruta.

Empieza el viaje

Lo que sí tienen en común con todas las demás, es la imagen: graffiti, cierta suciedad, basura, aunque eso sí, los vidrios no estaban tan rayados. ¿Habrá sido porque tenía cortinas?

El chofer manejó bien. No fue la clase de chofer que suele pasarse de amable e incluso socializar con los pasajeros, pero tampoco fue grosero. Quizá el mejor tipo de chofer es como este, que pasa desapercibido y sólo se dedica a cumplir con su trabajo.

La afluencia de gente en las calles y en los camiones es notablemente distinta al tiempo de vacaciones. Adentro, el autobús fácilmente se llena. Afuera, el tráfico detiene la marcha algunas veces.

El tema del mes

Es fácil pensar en el alza de tarifas al transporte cuando se aborda un autobús. La polémica inicia cuando uno sopesa lo que se paga con el servicio que se recibe.

Por ejemplo, un par de estudiantes abordaron, y cuando vieron el graffiti, salió el primer comentario: "Suben el pasaje y mira qué `gacha' está (la unidad), a ver si de veras cumplen con lo que dijeron, porque no sería justo", indicó.

Agregó que por ahora no han visto ni se han subido a algún camión, de esa u otra ruta, que ya hubiera presentado mejorías. Claro que el alza apenas entró en vigor, pero tampoco se advierte una intención real de llegar a esas mejorías.

Por citar un caso, entre los acuerdos a que se llegó para el incremento se destaca que los choferes estarían uniformados. Eso hasta ahora no se ha visto.

Un pasajero que abordó también se sorprendió por lo extraño que se veía la unidad con las cortinas, y es que daban un aspecto más de suciedad que de comodidad.

Aprovechó su abordaje para preguntar al conductor que para cuándo se notarían esos "famosos" cambios, pero éste sólo respondió que no sabía.

Incómoda travesía

Por otra parte, el recorrido de esta ruta es tardado por la gran cantidad de kilómetros que recorre, pero lo grave no está allí, sino al descender de ella: se notó que contamina un poco más de lo normal, porque cada vez que arrancaba, el humo negro era muy espeso y abundante.

Y no sólo es un camión, son todas las unidades.

Otra cosa que hay que sumarle son los asientos; estos tampoco eran muy confortables, pues la travesía se hace aún más pesada, imagine los que tienen que hacerlo a diario y quizás hasta dos veces al día.

Esa fue nuestra experiencia con la ruta de esta semana. Cada cual tiene sus virtudes y defectos, y entre estos últimos, la ruta 17 se destacó, cuando menos en este camión, por su desagradable incomodidad.