Vive tragedia familia regia

Coahuila
/ 3 febrero 2008

    En pleno día de la Candelaria, una familia regiomontana se vistió de luto al fallecer un menor en una aparatosa volcadura que ocurrió en la carretera 57, a la altura de San Rafael, Nuevo León.

    Édgar Osiel Cerda de la Rosa, de 7 años, pereció cuando era atendido en el área de terapia intensiva del Hospital Universitario, mientras que su tío Javier Cerda Muñoz se encuentra luchando por su vida.

    En el viaje los acompañaban Claudia de la Rosa Mendoza, de 28 años, Yolanda Cerda Muñoz, Mario Sauceda Gámez, de 43 años y tres menores más, dos de ellos identificados como Javier Antonio Cerda Niño y Vanessa de la Rosa, ambos de 4 años.

    De acuerdo con las primeras investigaciones de la Policía Ministerial del Estado, adscritos al Cuarto Grupo de Homicidios, la camioneta en la que viajaba la familia es una Ford Pick up, color roja con camper.

    Toda la familia salió de San Rafael, para trasladarse a Manuel Belgrano 9325, de la colonia 7 de Noviembre en la ciudad de Monterrey.

    Truena la llanta
    El accidente sucedió alrededor de las 10:30 horas en el kilómetro 177 frente al poblado Miguel Hidalgo, cuando se desplazaban por el carril de sur a norte con destino a la ciudad de Monterrey.

    Según versiones de uno de los sobrevivientes, Édgar Cerda Muñoz, aseguró que el percance sobrevino porque la llanta trasera estalló y el exceso de velocidad en la que conducía su hermano Javier no le dio oportunidad de detenerse.

    "Nos tronó la llanta de la camioneta que traía mi hermano (Javier Cerda) todos los niños iban en el camper, apenas íbamos para Monterrey", fueron algunas expresiones de Édgar Cerda, padre del occiso.

    Debido a esto, el conductor perdió el control del volante hacía su derecha para después salirse del camino y siguió avanzando sin control a un predio baldío donde efectuó varias volteretas por una distancia aproximada de 30 metros.

    Los menores que viajaban en la caja salieron disparados, al igual que el conductor, quienes quedaron en estado inconsciente a orillas de la carretera y con abundante sangrado en sus rostros.

    La situación fue reportada al centro de Salud y a la caseta de la Policía Federal que se encuentra a dos kilómetros del lugar, para que enviaran ayuda.

    En menos de 15 minutos un total de ocho paramédicos de Servicios en Urgencias Médicas de Monterrey (SUMM), llegaron y atendieron a los ocupantes que presentaron heridas de mayor gravedad.

    Entre ellos estaba el menor Édgar Osiel y su tío Javier, porque ambos presentaron traumatismo craneoencefálico y su vida corría peligro.

    La caravana de ambulancias con torretas y sirenas encendidas custodiada por una patrulla de la PFP partió rumbo al Hospital Universitario de Saltillo, para ingresar a sus pacientes al área de quirófano, porque presentaban múltiples fracturas.

    Hubo negligencia
    De manera extraoficial se informó que el área de cuidados intensivos de dicho centro médico no contaba con ventiladores para atender al infante Édgar Osiel y únicamente lo mantuvieron conectado.

    Una trabajadora social del mismo hospital solicitó apoyo a las clínicas particulares ubicadas al norte de la ciudad, por la situación por la que estaban pasando y se negaron a atenderlo hasta que la familia de los afectados realizara un depósito de 50 mil pesos.

    Fue alrededor de las 15:00 horas cuando los médicos dieron parte al Ministerio Público y a la Dirección de Servicios Periciales para que acudiera a dar fe del deceso.

    El fiscal Alejandro Horta Dávila indicó que las investigaciones del accidente se turnarán al vecino estado de Nuevo León, porque el accidente ocurrió en territorio perteneciente al municipio de Galeana.

    Unicamente las autoridades coahuilenses se encargarán de practicarle la autopsia al cadáver, y mantener bajo custodia al conductor Javier Cerda Cruz, ya que enfrenta el delito de homicidio culposo.

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