Violencia y periodismo: condena ONU asesinato de periodista coahuilense
De acuerdo con la información recibida, el señor Tijerina Rentería desapareció después de salir de su trabajo en la fábrica la madrugada del día 22
PIEDRAS NEGRAS, COAH.- La Oficina en México del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos (ONU-DH) condenó el asesinato de Saúl Tijerina Rentería, colaborador de un portal de noticas en Ciudad Acuña, Coahuaila ocurrido el 22 de junio.
Guillermo Fernández-Maldonado, representante en México de la ONU-DH, dijo que cuando se agrede a periodistas se ataca el pluralismo y la democracia, por lo que, en este contexto, hace un llamado a las autoridades a investigar los hechos de forma exhaustiva para identificar a los autores materiales, sus motivaciones y la posible existencia de otras personas implicadas en los hechos.
POR LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN
“Debemos tener siempre presente que la libertad de expresión es fundamental para una sociedad plural y democrática. La investigación tiene que considerar todas las líneas de investigación, incluso la posible vinculación del ataque con su labor periodística”, subrayó.
Añadió que las autoridades también deben garantizar la atención y los derechos de la familia del señor Tijerina Rentería, así como la protección a los periodistas de la zona.
Tijerina Rentería colaboraba con varios medios de Ciudad Acuña, donde contribuía con coberturas periodísticas de diverso tipo con la captación de imágenes por medio de drones. Adicionalmente, la víctima compaginaba su actividad periodística con su trabajo en una fábrica de la zona.
DESAPARECIÓ AL SALIR DEL TRABAJO
De acuerdo con la información recibida, el señor Tijerina Rentería desapareció después de salir de su trabajo en la fábrica la madrugada del día 22. Su cuerpo fue localizado horas después en su vehículo.
Durante 2021, la ONU-DH ha documentado dos casos de desaparición de periodistas, Jorge Molontzín Centlal y Pablo Felipe Romero Chávez, y el asesinato de otros dos, Benjamín Morales Hernández y Gustavo Sánchez Cabrera. En ninguno de los cuatro casos, se puede descartar que los crímenes estén relacionados con su actividad periodística.