Aumentan desórdenes neurológicos por envejecimiento en Coahuila: especialista

En las últimas dos décadas el espectro de desórdenes neurológicos se incrementó significativamente en el país, de manera que se convirtieron en una de las principales causas de discapacidad y de muerte en el país, por lo que se requieren de recursos públicos para enfrentar esta nueva pandemia.

La doctora Raquel González, especialista en Neurología, señaló que Coahuila y el país entraron en la etapa de envejecimiento desde hace varios años, se están incrementando los padecimientos de deterioro cognitivo y se prevé que habrán casos masivos en 5 a 7 años derivado de las secuelas del coronavirus.

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Por esa razón, recomendó a las personas seguir usando el cubrebocas, el gel antibacterial y seguir con la sana distancia, además de vacunarse al menos una vez al año para reducir el riesgo de contagio y complicaciones graves.

Aclaró que a 4 años de la pandemia el sector público y privado ha detectado que las personas contagiadas en buena parte presentan secuelas, como daño pulmonar, renal y cerebral. Hay más casos de pacientes con dificultad para respirar, que requieren medicamento para el riñón, incluso hay pacientes que, sin antecedentes previos, ya requieren de diálisis, y son relativamente jóvenes, menores de 50 ó 40 años.

“Los padecimientos neurológicos y psiquiátricos seguirán siendo las primeras causas de discapacidad, años de vida potencialmente perdidos y de mortalidad. En nuestro país la enfermedad vascular cerebral está entre las principales causas de discapacidad en hombres y mujeres mayores de 60 años”.

Explicó que cuatro de las diez enfermedades más discapacitantes son neuropsiquiátricas, como la esquizofrenia, los trastornos depresivos y compulsivos, los problemas relacionados con el alcohol y otras adicciones, y su prevalencia repuntará en los próximos años.

“El COVID nos sorprendió a todos los países y hasta el momento los investigadores coinciden en que las secuelas serán más visibles en los próximos años, sobre todo en lo referente a deterioro cognitivo, pues incluso, hay personas que se contagiaron, que fueron asintomáticas, y ya empiezan con problemas cardiacos y síntomas neurológicos, cuando anteriormente nunca habían presentado algún indicador o señal”.

Es momento, indicó, de que desde el sector público y privado se destine presupuesto para abrir centros de atención especializados en enfermedades del adulto mayor, y de que se promueva la formación de especialistas en neurología, psiquiatría, geriatría, psicología y gerontología, ante la creciente demanda de estos servicios.