Claroscuros de la historia: cuando hacen de la fe un botín de demagogos
Los casos de grupos religiosos, iglesias y sectas que utilizan a sus fieles para sacarles provecho se repiten demasiadas veces
Los casos de abuso, manipulación y esquilma hacia los miembros de distintos grupos religiosos e ideológicos, han estado presentes en las sociedades del mundo desde hace muchos años.
Uno de los más actuales es el de Naasón Joaquín, líder de la iglesia La Luz del Mundo, quien espera a ser juzgado en Estados Unidos por delitos de abuso sexual, posesión de pornografía infantil y trata de personas.
También han destacado algunos casos como el de Nxivm, en el que Keith Raniere, fundador de dicha secta, fue condenado recientemente a 120 años de prisión en un tribunal de Nueva York por diferentes cargos. Entre ellos tráfico sexual de mujeres y niñas, posesión de pornografía infantil y crimen organizado.
En Coahuila, la situación no es ajena. Desde 2017 a septiembre de 2020, por lo menos cinco investigaciones por delitos de violencia sexual señalan a ministros de culto de las iglesias Católica y Cristiana.
Sobre los casos y las cifras, expertos en el tema señalan que hay distintas cuestiones a tener bajo la lupa y analizar con detenimiento.
Al respecto habló Francesco Gervasi, especialista en el estudio sociológico del fenómeno religioso contemporáneo e investigador de tiempo completo de la Universidad Autónoma de Coahuila, específicamente de la Facultad de Ciencias de la Comunicación y quien además es catedrático de dicha institución.
PASAN PERIODOS DE CRISIS
Como primer punto, Gervasi explicó que, de acuerdo a distintas investigaciones, se ha encontrado que cuando una persona se une a algún grupo, ya sea religioso, secta, iglesia o cualquier otro, suele ser durante o luego de que se atravesó por alguna crisis que suele afectar la estabilidad financiera, emocional o psicológica de la persona.
Es decir, este grupo se convierte en una respuesta que la persona encuentra a sus problemas, ya que lo que generalmente ofrecen grupos religiosos más pequeños que una iglesia, es la posibilidad de vivir las relaciones comunitarias, el recibimiento como si se integrara a una familia.
Un punto a destacar es que ante la crisis, la persona podría encontrarse en una situación de vulnerabilidad, sin embargo, el profesor aclaró que esto no necesariamente tiene que tener un resultado negativo o de abuso por parte de los líderes.
De acuerdo a su experiencia y la de distintos investigadores en el tema, se han encontrado casos en los que realmente a las personas se les ofreció la posibilidad de superar el momento crítico de la vida y el desenlace fue positivo.
No obstante, Francesco Gervasi destacó que cada caso depende de sus características particulares, “en cualquier lugar te puede tocar una persona que se da cuenta de la vulnerabilidad y entonces abusa”.
DEJAR CLARO EL CONCEPTO
Por otro lado, el investigador hizo un apunte para referirse adecuadamente a una secta, pues sobre todo en América Latina el término secta ha sido utilizado con una connotación negativa.
ANTE IRREGULARIDADES Y MANIPULACIÓN
Si en un grupo de cualquier índole se llegaran a detectar irregularidades que transgredan los derechos humanos, lo ideal es analizar y denunciar ante las autoridades competentes.
En tanto, si se tiene conocimiento o sospecha de que alguna persona está siendo manipulada, lo más recomendable es apoyar a la persona sabiendo que es una situación delicada y recurrir a expertos psicológicos para el manejo del caso de forma especializada.
Sin embargo, refirió que la definición apropiada obedece a un grupo religioso o ideológico que suele ser más pequeño y con una organización más flexible en comparación a una iglesia. Otra de sus características es que suele tener una postura más cerrada con el mundo exterior y las ideologías suelen tomarse como primordiales en el estilo de vida.
