Coahuila: aumentan índices de sobrepeso y obesidad en alumnos de primaria por malos hábitos alimenticios

Más del 26% de las niñas y niños que ingresan a primero de primaria tienen sobrepeso u obesidad y al llegar a sexto grado casi el 40% ya tienen esas enfermedades, consideradas así por la Organización Mundial de la Salud, por la venta de comida chatarra en las escuelas y los malos hábitos alimenticios en el mismo hogar.

La doctora Ruth Belmares Cerda, del Departamento de Investigación en Alimentos y responsable del grupo de Alimentos Funcionales y Nutrición, señaló que los números son alarmantes y parece contradictorio que en un país con desnutrición las personas tengan kilos de peso excesivo.

El sobrepeso y la obesidad se derivan de la mala calidad en la alimentación, no sabemos comer de manera saludable y eso lleva a desarrollar diabetes, hipertensión, enfermedades cardiovasculares y a muertes tempranas, que hubieran sido prevenibles con buenos hábitos nutricionales.

Los padecimientos generados son causa de incapacidades laborales temporales o permanentes y de hospitalizaciones más prolongadas y frecuentes, con un alto costo para el sistema de salud del país. Esto, consideró, puede evitarse con una concientización de las personas para que tengan una buena alimentación.

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“Es genético, pero debido a una modificación que nosotros mismos provocamos. Si como bien, si le enseño a mi hijo a alimentarse bien, él va a consumir lo que yo consumo, el problema viene desde los papás, los abuelos, incluso desde más atrás. Sí es genético, por supuesto, pero porque nosotros provocamos ese cambio, nuestro metabolismo lo modificamos, pero se puede combatir con buena alimentación”.

Un dato preocupante es que más del 26% de los menores que ingresan a primer grado de primaria presentan sobrepeso u obesidad y al llegar a sexto grado, la cifra aumenta a casi el 40%.

“¿Por qué? Porque se la pasan comiendo. Los hábitos alimenticios, así como la calidad de la alimentación son una parte muy importante a cuidar”, dijo, al señalar que, aunque en las escuelas primarias está prohibido vender comida chatarra desde el 2014, la ley no se aplica, no hay sanciones y sigue la venta.

En algunos planteles han intentado vender alimentos saludables, sin embargo, obviamente no han tenido el mismo éxito en la venta. “Falta hacer más énfasis en el tema y si realmente es una restricción vender en las escuelas, pues que vigilen que no lo hagan, pero se venden refrescos, panecillos altos en azúcares y papas de cualquier naturaleza a pesar de que está prohibido”, lamentó.