Coahuila: ¿Qué tan reales son las ofertas del Buen Fin?
De cara al Buen Fin, una de las campañas comerciales más esperadas del año en el país y aprovechada por miles de personas para anticiparse a compras navideñas gracias a los descuentos que muchas tiendas ofrecen, podría ser solo un “espejismo” de ahorro.
En entrevista con VANGUARDIA, Francisco Orozco, profesor y líder regional del First Center del Tec Monterrey, señaló que, tras haber realizado un análisis, encontraron que en algunos estados del norte de México las ofertas no son reales, ya que en muchos casos, las tiendas suben los precios antes de aplicar el supuesto “descuento”, lo que hace que el precio final sea el mismo que el original.
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Agregó que la avalancha de publicidad que ofrece la temporada es aprovechada por compañías y tiendas para crear un espejismo de descuentos, cuando en realidad no están reduciendo los precios o solo aplican un descuento poco significativo en lugar de una disminución real.
Ante ello, Orozco indicó que, aunque las promociones pueden ser atractivas, es fundamental que los consumidores lleven a cabo un monitoreo previo de los productos y sus costos antes de lanzarse a las compras del Buen Fin.
A una semana del fin de semana de ofertas, el especialista financiero destacó la importancia de un consumismo consciente, diferenciando lo que es una necesidad de aquello que es solo un capricho que podría traer “sesgos” a los compradores, es decir, factores psicológicos que afectan las decisiones de compra durante el Buen Fin.
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“Lo que se necesita es evitar sesgos cognitivos, que son esas ideas o pensamientos que al final alteran nuestras decisiones. El sesgo de confirmación, que ocurre mucho en el Buen Fin, es decir, estamos buscando la información que ya sabemos y no nos dejamos guiar por otras cotizaciones o hacer comparaciones del mismo producto en distintos lugares, sino que, como yo pienso que es una oferta, inmediatamente me abalanzo sin haberlo consultado. Y el sesgo del presente, que es ese pensamiento de que nos importa más el presente que el futuro; vemos la oportunidad ahora, pero no vemos las consecuencias de haber comprado algo que no necesitábamos y el impacto que puede tener en el futuro”, explicó.
A pesar de las supuestas ofertas, Orozco señaló que en el noreste del país, la población tiende a tener una buena salud financiera, lo que refleja un enfoque más reflexivo en las compras.
“Al final, el dinero es para gastarse, pero el cómo se gasta hace la diferencia. Lo más importante es que llegues al Buen Fin con un presupuesto y con ello compres los productos adecuados”, destacó Orozco.