¿De dónde serán, mamá? Tema icónico de Universidad Agraria Antonio Narro, de Saltillo
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En marzo cumple 100 años de haber sido creada; ‘Buitre’ de corazón recuerda con nostalgia sus días transcurridos en esa prestigiada institución
¿De dónde serán mamá...?, esta pregunta es el inicio del himno que todo “buitre”, estudiante o egresado de la Narro, al cantarla, remueve la nostalgia y recuerdos vividos en su Alma Terra Mater, la UAAAN, a 100 años de su fundación.
Se acerca el 4 de marzo, suenan campanas de festejo, algarabía de los hijos que orgullosos regresan a su “casa de estudios”. Miles vienen de todas partes de México y del extranjero, para ser partícipes de una magna celebración, un tributo de agradecimiento, de honor a la memoria de quien en su momento sembró en todos los sentidos de la palabra, la pasión por la agricultura y el campo mexicano: don Antonio Narro Rodríguez.
En 1912 nace el sueño de crear una escuela de agricultura por parte de don Antonio y su hermana Trinidad, para esto, ellos donaron parte de su fortuna y su hacienda. Fue en 1923 que su albacea Francisco Narro Acuña, pudo llevar a cabo por fin, la fundación de la escuela bajo el nombre de Escuela Regional de Agricultura Antonio Narro. A la fecha cuenta con 2 campus más: la Unidad Laguna en Torreón, Coahuila y el Centro Académico Regional en Chiapas. El buitre es la mascota de la Universidad, una ave que representa un temperamento fuerte y sus elegantes colores: negro y oro.
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Quien no haya estudiado o invertido tiempo en este lugar, no entenderá los sentimientos que se pueden reavivar. Una Universidad que ciertamente como todas, ha tenido páginas oscuras, también las tiene mucho más llenas de bondades, ofreciendo “sus alas” a los que han llegado a adquirir conocimiento agronómico.
Tengo casi 23 años de conocer esta institución, de haber paseado por sus jardineras, aulas, auditorios, su biblioteca, admirar sus bellos edificios, pasar tiempo en La Gloria escuchando el canto del agua que brota de su fuente, disfrutar los acordes de las guitarras que enamoran de la Rondalla de Saltillo y haber forjado amistades perdurables. Por cierto, puedo presumir que fui afortunada: en un cumpleaños, recibí una dulce serenata de la Rondalla Universitaria, algo que es imposible de olvidar.
Recuerdo el comedor, donde se podía comer modestamente y sí era muy buena la comida, la idea de “dobletear” era ejecutada por los más atrevidos, y para cerrar el día, en la cena, disfrutar de un delicioso pan de dulce con café o también, rememorar las carreras, chiflidos y apretones para lograr subir al “buitre”, como se le conoce al autobús que conecta la Universidad con la ciudad de Saltillo, y no morir en el intento. Recuerdos que están más reales que nunca en la mente y el corazón, ahora que se acerca el centenario de esta institución, galardonada y reconocida en el extranjero, gracias a la participación de alumnos que destacan en las artes del agro mexicano.
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¡Gracias! Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro, benigna escuela que ha abierto los brazos a miles de alumnos de todo México y del extranjero, para convertirlos en artesanos del campo, a través de semillas y tierra combinada con tecnología de punta.
Por último, un secreto: esta persona que escribe enamorada de la Narro no es un “buitre” por ser egresada, es un “buitre de corazón” por adopción. ¡Felices primeros 100 años a la UAAAN!