El queratocono, una enfermedad ocular poco conocida, pero frecuente en adolescentes y jóvenes
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En años recientes se han incrementado los diagnósticos de queratocono entre los adolescentes, una afección del ojo que se produce cuando la córnea (la parte frontal, transparente y redonda) se vuelve más delgada y sobresale progresivamente hacia afuera en forma de cono, lo que puede causar visión borrosa, distorsionada, fotofobia, sensibilidad a la luz, al resplandor y, en la edad adulta, dolor, siendo más común entre la adolescencia y antes de los 30 años.
Se calcula que el 2 por ciento de los adolescentes presenta o desarrollará este padecimiento, pero no son diagnosticados a tiempo y si el problema visual se agrava será necesario a esperar un trasplante de córnea, alertó Christian García Moreno, integrante de la Asociación Mexicana de Escuelas, Facultades, Colegios y Consejos de Optometría.
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“La definición clínica sería una enfermedad de la degeneración de la córnea producida por el adelgazamiento de esta, lo que provoca en la primera etapa una distorsión y muy mala visión, que de no atenderse puede desencadenar un trasplante de córnea. Aunque es una enfermedad frecuente entre los mexicanos, es poco conocida porque se confunde muchas veces con un problema de astigmatismo”.
“Son jóvenes y niños que regularmente acuden a ópticas sin especialistas, que les van dando lentes, frecuentemente sin explorar los signos que pueden llevar a detectar oportunamente esta enfermedad. Se considera que no hay una causa 100 por ciento de origen, lo más frecuente que tenemos es el origen genético, hereditario y está muy asociado con las alergias y las conjuntivitis alérgicas”.
La fricción constante y vigorosa de los ojos también es una causa para desarrollar la enfermedad, que se desarrolla entre los 12 y 19 años, principalmente, y antes de los 30 años.
“Generalmente, el queratocono en la fase uno, dos y a veces en la tres, el tratamiento va a consistir en fármacos que ayuden a disminuir las molestias de la conjuntivitis alérgica. La visión no se puede mejorar con lentes tradicionales de armazón, lo que se utiliza es el uso de lentes de contacto de alta especialidad, enfocados a diseñar una córnea artificial, son conocidos como lentes esclerales”.
Para adoptar estos lentes esclerales se requiere de un especialista, el contactólogo optometrista es el único capacitado para crear estos dispositivos médicos. Cuando la enfermedad progresa, lo que sigue es un tratamiento oftalmológico conocido como Cross Linking, a base de introducción de rivoflavina en la córnea y de luz ultravioleta, que ayuda a que la córnea se haga más dura, más gruesa y no siga adelgazando.
“Esto no va a mejorar la visión del paciente, solamente va a detener la progresión de la enfermedad. En la última etapa la córnea deja de ser transparente, se vuelve opaca, lo que ocasiona lesiones en la córnea que no le permiten al paciente ver ni siquiera con lentes esclerales, por lo que el tratamiento será un trasplante”.
Para detectar el queratocono se recomienda evaluar la agudeza visual; la refracción, es decir, cuánta graduación tiene el paciente; y practicar una taquimetría para determinar el grueso de la córnea, y una topografía corneal para analizar la superficie de la córnea y precisar lo pronunciado del cono.
“No es una enfermedad rara, pero es poco conocida, el problema es que existen muchos portadores de esta enfermedad sin saber que la tienen, cada vez que difundimos información, más pacientes acuden a revisión y se confirma el diagnóstico. Generalmente, el 100 por ciento tienen miopía y astigmatismo, lo que los hace ver muy mal de lejos y también de cerco y no tienen calidad visual”, expresó el especialista en Optometría.