En Coahuila 300 menores esperan ser adoptados; buscan agilizar procesos con certificado de abandono

Actualmente, el DIF Coahuila tiene bajo tutela estatal a cerca de 300 niñas, niños y adolescentes que no pueden regresar con sus familias de origen. Según dijo Liliana Salinas Valdés, presidenta honoraria del organismo, todos estos menores se encuentran en espera de ingresar al proceso de adopción o de ser asignados a hogares de apoyo.

“Tenemos muchos niños ya en edad difícil de acomodo, pero con ellos estamos haciendo un plan de vida: fortalecer su entorno socioemocional y prepararlos para que sepan que pueden salir adelante por sí mismos”, comentó.

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La funcionaria explicó que, en administraciones anteriores, algunos menores permanecían institucionalizados durante siete u ocho años sin avanzar en el proceso legal. Para evitar eso, se ha comenzado a utilizar con mayor frecuencia la figura del certificado de abandono, un recurso que —según dijo— permite liberar más rápido a los menores cuyos padres o redes familiares no manifiestan intención de reintegrarlos.

“Un niño podía estar institucionalizado hasta 11 años. Con este certificado, si realmente están abandonados, podemos liberarlos desde chiquitos y darles la oportunidad de vivir en familia”, aseguró. Afirmó que, con esta herramienta, se ha logrado avanzar en la liberación de aproximadamente 100 menores durante el último año, lo que significa que pueden ser adoptados legalmente.

En ese mismo periodo se concretaron 38 adopciones por esta vía. Salinas Valdés detalló que actualmente hay 52 familias en lista de espera, algunas de ellas encabezadas por madres o padres solteros. “Todos deben pasar por un proceso riguroso. Al final de cuentas, estamos entregando lo más preciado que tenemos, que son nuestros niños”, apuntó.

Aclaró también que no todos los menores bajo resguardo estatal llegan a una adopción legal. Algunos, sobre todo los mayores de edad o adolescentes, son asignados a familias de apoyo. “No es lo mismo que una adopción, pero se les brinda todo el respaldo como si fueran su familia. Lo que buscamos es que no se queden solos”, dijo.

Al cumplir los 18 años, explicó, los jóvenes siguen bajo una especie de seguimiento. Permanecen unos meses más en los centros de asistencia y, después, se les canaliza a hogares donde puedan continuar sus estudios y recibir acompañamiento. “Queremos que vuelen como cualquier hijo, pero sabiendo que tienen a alguien detrás”, afirmó.

Comentó que, en algunos casos, cuando los hermanos menores han sido adoptados, las propias familias han decidido acoger también a quienes alcanzan la mayoría de edad. “Tenemos el caso de un joven en Torreón que, al cumplir los 18, fue recibido por la misma familia que adoptó a sus hermanitos”.

VIOLENCIA EN CASA POR PARTE DE LOS HIJOS

En otro tema, la presidenta honoraria del DIF abordó el incremento de casos de violencia familiar, especialmente aquellos ejercidos por hijos e hijas contra sus madres o abuelos. Según advirtió, este fenómeno está relacionado directamente con el consumo de drogas como el cristal.

“Un hijo intoxicado no sabe lo que hace. Se violenta y violenta a la familia: al papá, a la mamá, a los abuelos, incluso a los propios hijos”, expresó. Dijo que el problema está presente tanto en zonas urbanas como rurales, y que algunos municipios pequeños han comenzado a pedir apoyo por este tipo de casos.

“Traemos un problema muy serio donde hay omisión de cuidados y afectación directa a niñas y niños. No podemos taparnos los ojos”, dijo. También hizo un llamado a la ciudadanía para asumir un rol más activo en la atención del problema: “Todos somos papás, todos somos mamás. El problema lo tenemos en casa y desde ahí hay que buscar cómo apoyar”.

Salinas Valdés aseguró que, en coordinación con otras dependencias, el DIF trabaja en una estrategia de prevención, atención y reinserción, que será presentada públicamente en los próximos meses. Mientras tanto, reiteró que los programas de apoyo psicológico, asesoría socioemocional y atención familiar están disponibles en todos los CAIF y centros de salud del estado.