En Saltillo, recomiendan creer en las denuncias de bullying de los estudiantes para reducir los índices
Para reducir los índices del bullying y agresiones dentro y fuera de los planteles educativos hace falta creer en las denuncias que hacen los estudiantes desde la primera agresión o molestia, aseguró Karla Patricia Valdés, experta en psicología.
Señaló que los padres suelen desestimar la versión primera de una agresión, lo cual pone en un riesgo mayor a sus hijos, pues éstos ya no hablarán de las ocasiones en que los molestan.
“Vemos muchos padres que minimizan cuando sus hijos denuncian, consideran que es normal, que es un juego o que no es tan grave, pero esto es todavía más riesgoso porque esas acciones incrementan.
“Lo más importante es creerles cuando dicen que se sienten intimidados, cuando hacen comentarios de que no quieren ir a la escuela, o empieza a notar cierto cambio en el comportamiento de los niños aun cuando no expresan abiertamente que los molestan”, expresó la psicóloga.
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Además, recomendó no olvidar monitorear las redes sociales, otra fuente en la que los estudiantes se ven agredidos o reciben comentarios en su contra.
Posterior a creerles, agregó, buscar ayuda a través de alguna organización en caso de que la institución no eche andar el protocolo institucional en casos de bullying, así como hacer un análisis de los riesgos e implicaciones que conlleva la situación particular.
“Por ejemplo, si es en la escala reportar con las autoridades, pero si no hay una respuesta de atención, apoyo o acompañamiento, no detenerse y buscar ayuda externa, incluso buscar diálogo con los padres de los supuestos agresores, pero involucrarse en el caso y acompañar al estudiante es indispensable”, comentó la experta.
Sin embargo, reconoció que en los espacios públicos es mucho más complejo evitar que los jóvenes estén expuestos a estas agresiones, o el simple hecho de presenciarlas, por lo que será necesario dictar protocolos propios para evitar acudir a ciertas zonas o convivir con ciertas pandillas, bandas o personas.
“Realmente en la calle, en el caso de las riñas, es complicado porque ahí no hay una autoridad que tome cartas en el asunto pero sí puede existir que se evite acudir a dichos espacios para proteger su integridad”, agregó.
¿QUE HACER?
Estar atentos ante cambios de comportamiento de los niños.
En caso de agresión, acudir con los directivos de la escuela (si ésta ocurrió dentro de las aulas).
Buscar ayuda externa si la escuela no hace caso.
Recomendar al niño no juntarse con personas problemáticas.
