Enciende CATEM las alarmas en Coahuila por su ‘mala fama’ en casi todo el país
Fundada en 2011 por su actual líder, Pedro Haces Barba, y acusada de provocar conflictos laborales “desestabilizadores” en casi todo el país, la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM) estaría utilizando la misma estrategia para hacerse de la representación del mayor número posible de centros de trabajo en Coahuila, según advierten sus detractores.
Según fuentes consultadas, muchos de estos enfrentamientos —a menudo violentos— han derivado en acciones legales en su contra, principalmente por disputar la titularidad de contratos colectivos de trabajo con la Confederación de Trabajadores de México (CTM), entre otras organizaciones sindicales.
Debido a su mala reputación, el gobernador Manolo Jiménez advirtió el viernes que no permitirá la incursión de este tipo de agrupaciones en Coahuila, postura que respaldó el dirigente estatal cetemista Tereso Medina, quien acusó a la CATEM de violar la intimidad de los trabajadores de Mahle, al obtener datos personales como teléfonos y domicilios de los operarios mediante filtraciones.
“Nos queda muy claro que quien atente contra la estabilidad laboral está atentando contra nuestro estado y contra el desarrollo de nuestras familias, y eso aquí nunca lo vamos a permitir”, declaró Jiménez Salinas durante la inauguración de la Escuela Nacional de Liderazgo Laboral de la CTM, evento al que asistieron representantes empresariales locales y nacionales.
Por su parte, Tereso Medina instó a sus agremiados a “no dejarse engañar por nadie” y a “conocer muy bien la estrategia sindical, para que, a través del voto personal, secreto y directo, rechacen el chantaje, la extorsión y a cualquier líder que pretenda violentar las organizaciones, que son patrimonio de los trabajadores y sus familias”.
En respuesta, el líder estatal de la CATEM desde el 23 de diciembre de 2020, José Miguel Batarse Silva —de filiación morenista— aseguró que la organización ya cuenta con 12 afiliados en Coahuila y pidió a la CTM “respetar la libertad sindical y dejar de obstaculizar los procesos democráticos”, pues, dijo, la antigua central obrera ya no cumple las expectativas de sus representados.
Sin embargo, los antecedentes públicos de la CATEM parecen revelar otra realidad.
Bajo la premisa de ejercer “un sindicalismo diferente, autónomo y plural”, la organización —vinculada a Morena y al actual gobierno federal— ha logrado adjudicarse contratos colectivos en empresas de distintos sectores industriales, casi siempre en pugna con sindicatos ya establecidos.
En medio de señalamientos por presuntas prácticas antidemocráticas e incluso ilegales, la CATEM ha protagonizado o se ha visto involucrada en diversos conflictos obrero-patronales, como los siguientes:
2020: En la planta Nissan de Aguascalientes, la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje declaró improcedente su petición de recuento de votos por falta de elementos que acreditaran su representatividad.
2021: En la refinería Dos Bocas, la organización negó haber provocado disturbios, afirmando que sus acciones habrían sido institucionales.
2022: En Guanajuato, la CATEM buscó representar a trabajadores del corredor automotriz en lugar de la CTM, aprovechando el proceso de legitimación de contratos colectivos.
2024: En Querétaro, miembros de otro sindicato (CTC) atacaron instalaciones de la CATEM, generando una denuncia por parte de sus empleados.
2025: En Superior Industries de México, la CATEM presentó una queja ante el gobierno de EE. UU. invocando el Mecanismo Laboral de Respuesta Rápida del T-MEC, por inconformidades en derechos laborales.
A lo anterior se suman acusaciones por supuesta implantación de un “sindicalismo pro-patronal”, falta de democracia interna, nepotismo (en el que estaría implicado el propio Pedro Haces), “blindaje” a políticos acusados de corrupción —como Cuauhtémoc Blanco— y presunto acoso a la iniciativa privada.
Recientemente, forrajeros y transportistas de Coahuila denunciaron que la CATEM les exigió “cuotas” y “porcentajes”, lo que consideraron una red de extorsión organizada.
Estos antecedentes se encuentran respaldados en reportes periodísticos nacionales y regionales, comunicados oficiales, informes de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), de la Secretaría de Economía, publicaciones especializadas y registros del INE y del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
Las denuncias más frecuentes en contra de la CATEM incluyen disputas por titularidad sindical, bloqueos de tránsito, paralización de actividades productivas, ataques a las vías de comunicación y falta de transparencia en procesos internos de elección sindical.
Cabe mencionar que el INE abrió una investigación contra la CATEM tras denuncias por su presunta intervención en la creación de partidos políticos, como ocurrió en 2020 con el surgimiento de Fuerza Social México (FSM).
Aunque Pedro Haces asegura que su sindicato tiene presencia en las 32 entidades del país, se ha documentado su actividad en empresas y ciudades de al menos 25 estados, incluyendo Coahuila, donde busca incidir en regiones como La Laguna, Torreón y la Región Sureste.
Entre las compañías en las que ha logrado representación se encuentran Nissan (Aguascalientes), Mazda (Salamanca), Risor Assembly (Tijuana), Cemex (varias plantas), MF Porvenir, Fundilag Hierro (Torreón), Delta Conectores, Eaton Industries, K&S Mexicana, y otras en sectores automotriz, eléctrico, metalúrgico y de alimentos.
En grandes proyectos de infraestructura como el Tren Maya, se estima que la CATEM tiene alrededor de 10 mil afiliados, y también ha manifestado interés en participar en el Tren México–Querétaro, con transportistas y bancos de materiales.