Epigmenio Montelongo, el joven que se salvó de quedar atrapado en mina de Sabinas... ¡porque no le dieron trabajo!

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El hijo de uno de los mineros atrapados fue a pedir trabajo pero no encontró al encargado; minutos después se suscitó el derrumbe
Epigmenio Montelongo, hijo de Jaime Montelongo Pérez, uno de los mineros atrapados tras el derrumbe de la mina ‘El Pinabete’ en el municipio de Sabinas, Coahuila estuvo a punto de ser uno más en esta tragedia, pues según contó, fue a pedir trabajo antes del derrumbe.
Montelongo, de 32 años de edad, iba a trabajar en la mina siniestrada, se presentó un día antes para solicitar empleo, pero no encontró al encargado.
De acuerdo con el testimonio del joven, él conoce el trabajo de la minería desde que era un niño.
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María Elena, madre de Epigmenio y esposa de Jaime Montelongo, reveló que su hijo acudió el 2 de agosto a pedir trabajo en la mina, y tras la negativa, asistió de igual manera el día 3, el día del siniestro, donde tampoco le fue concedido el empleo ante la ausencia del administrador; 15 minutos después de que se fue ocurrió el colapsó.
“Sólo Dios sabe por qué no le dieron el trabajo un día antes a mi hijo. si no se hubieran quedado mi hijo y mi esposo”, expresó María Elena, quien en las últimas semanas esperaba noticias de su marido hasta este 3 de septiembre cuando las familias enviaron un último adiós a sus seres queridos.
‘Siguen aquí, siempre vivirán en nuestros corazones’
Este sábado, a un mes de la inundación que dejó atrapados a 10 mineros en el pozo “El Pinabete”, en Agujita municipio de Sabinas, Coahuila, sus familiares participaron en la eucaristía que ofició el párroco de Agujita, Teodoro Duran Ramirez en memoria de los trabajadores del carbón que ahí permanecen.
Al salir de la misa, a la que ingresaron aproximadamente siete familiares por minero, Epigmenio Montelongo, hijo de Jaime Montelongo Pérez, uno de los diez mineros atrapados, señaló que al interior la ceremonia fue muy emotiva, pero al mismo tiempo muy triste pues significa resignarse a que no volverá a verlo en este plano físico.
“Para mí mi papá está vivo, yo qué más quisiera que tener a mi papá aquí conmigo. Yo siempre estuve dispuesto a que si bajaba el agua bajar por él, yo no tenía miedo, pero Dios es muy grande y solo el sabe por qué hace las cosas”, dice aferrado a un Cristo de madera con el que salió de la mina en sus brazos.
Asimismo, señaló que el 3 de agosto de ahora en adelante será una fecha que recordará cómo un capítulo amargo: “ese día lo voy a recordar hasta el día que me muera, hasta que mi corazón deje de latir, pero me toca trabajar por mi mamá, para honrar a mi papá, en lo que él me enseñó a hacer”, dice.
Epigmenio, señaló que si pudiera ver una vez más a su padre le dirá que lo llevará siempre en el corazón y que lo quiere. Por otro lado, dijo que está dispuesto a aprender un nuevo oficio antes que regresar a un pozo de carbón y darle una nueva preocupación a su madre.