Escapa olor de farmacéutica en Ramos Arizpe; provoca hasta desmayos

SALTILLO, COAH.- Un penetrante olor a penicilina invade el bulevar Jaime Benavides Pompa de Ramos Arizpe donde se encuentra una empresa farmacéutica, que provoca malestares estomacales, dolor de cabeza, náuseas y desmayos a los habitantes que residen alrededor de la fábrica.

El fuerte olor se cuela por ventanas y puertas de los hogares y negocios al grado en que ha provocado la renuncia de trabajadores, así como el cambio de residencia de algunos pobladores, sin embargo, hasta el momento las autoridades en materia de medio ambiente no han dado respuesta alguna a la denuncia ciudadana.

Mariel y Gerardo Dávila, denunciaron públicamente los hechos, pues pese a contar con una denuncia formal ante las autoridades, entablar reuniones con representantes de PROFEPA, SEMARNAT y la empresa farmacéutica, así como contar con estudios que comprueban sustancias tóxicas y dañinas para la salud en sus residuos, a la fecha no se ha tenido una respuesta o solución a la denuncia.

Señalaron que la empresa a la que se considera como responsable, tras casi 7 años de iniciar la “lucha ambiental” que involucra además de afectaciones a la salud y daño ambiental, pérdidas económicas importantes de los negocios a su alrededor, ha cambiado su nombre ante la supuesta difamación que hicieron años atrás otros habitantes.

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“La empresa además ha tenido problemas en sus cárcamos y en sus líneas de aguas residuales, con el tema del cárcamo se realizó un recubrimiento y algunos arreglos a los drenajes internos, y hace aproximadamente seis meses, la empresa en mención realizó una reparación de fuga en un drenaje industrial afuera del portón de acceso principal a sus instalaciones”, relataron los hermanos Dávila quienes solventaron el pago de los estudios realizados por el Centro de Investigación en Química Aplicada CIQA.

Los análisis de agua por cromatografía de gases reveló que fue encontrado el compuesto Nitropropano, un líquido incoloro con un olor afrutado que se utiliza en la elaboración de otras sustancias químicas, y como disolvente, aditivo de la gasolina y propelente de cohetes, con un umbral de olor de 11ppm, describen en su denuncia con sustento del CIQA.

El nitropropano puede afectar a las personas ya sea por la inhalación e irritar la nariz, la garganta y el pulmón o el contacto, irritando la piel y los ojos, agrega el CIQA, además, los altos niveles de esta sustancia pueden reducir la capacidad sanguínea de transportar oxígeno, causando dolor de cabeza, cansancio, mareo y una coloración azulada en la piel, también puede causar dolor de cabeza, debilidad, pérdida de coordinación, náuseas, vómitos, diarrea, dolor abdominal y podría causar daño al hígado y al riñón.

“Donde está el olor más fuerte se puede observar que todos los árboles murieron, estamos hablando de un radio de 200 metros donde ya no hay nada de plantas vivas.

Cuando tuvimos acercamiento con FERSINSA para encontrar la raíz del problema ellos tuvieron muy buena disposición, han atendido a sus correos, llamadas, e inclusive, ellos manifiestan que sus conductos de traslado de aguas residuales se encuentran en perfecto estado, sin embargo, dicha empresa ha realizado distintas reparaciones en los últimos dos años”, comentaron los denunciantes.

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Por su parte, Protección Civil del Municipio, señaló que la denuncia fue remitida a las autoridades correspondientes, sin embargo, no dio respuesta al cuestionar por qué se habrían instalado gimnasios, oficinas y privadas con casas habitación alrededor.

Hasta el cierre de esta edición, la Subdelegación de Inspección Industrial en el estado de Coahuila no respondió a los cuestionamientos, mientras que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales no respondieron en sus oficinas ni teléfonos disponibles.

Mientras que los habitantes de la zona se encuentran resignados al olor de los fármacos que despide la empresa, quienes lamentan que pese a las denuncias ciudadanas no se haga nada al respecto, pues ni siquiera cuando adquirieron propiedades cerca se les advirtió de las condiciones del ambiente.

“Ya estamos impuestos, no hacen nada, nunca la van a quitar, es de chinos o de gringos, tiene bien comprado al gobierno”, comentó Don Manuel, quien lleva más de una década en el sitio y asegura que el olor, en lugar de que se mitigue el olor, éste incrementa con los años.

Trabajadores de la zona, también señalaron que los olores se agudizan durante el verano o los meses de mayor temperatura, quienes temen que esto, les provoque una afectación a largo plazo.

Algunos habitantes, también aseguran que ésta situación los ha llevado “odiar” ingerir cualquier tipo de medicamento, pues mientras las farmacias piden medicinas para combatir las variantes de COVID-19, su hogar, negocio o banqueta hiede a penicilina.