Esta es la carta que le escribió el hijo de Armando Guadiana a su padre
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Entre las enseñanzas que le dejó, destacó su incansable lucha contra el cáncer que lo aquejaba desde 2017
Tras la muerte del senador y empresario coahuilense Armando Guadiana Tijerina, su hijo Armando le dedicó una carta en la que destacó que fue un hombre cuyo legado perdurará en los corazones de todos los que lo conocieron.
Armando Guadiana hijo señaló que su padre le dejó innumerables enseñanzas, entre las que destacó el don de luchar, como él lo hizo contra el cáncer que lo aquejaba desde 2017, y contra el que peleó “hasta el último aliento”.
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CARTA ÍNTEGRA DE HIJO A PADRE:
“Padre dicen que solo muere cuando se olvida, y yo jamás te olvidaré”. Hoy nos reunimos con amor y gratitud para recordar a Don Armando Guadiana, quien fuera padre, hijo, hermano, abuelo, padrino, amigo, ingeniero, ganadero, agricultor, minero, presidente de los Saraperos por más de 10 años, presidente de las Panteras de Saltillo, diputado, senador, excelente alumno, maestro, en fin, un hombre cuyo legado perdurará en nuestros corazones y a quien las palabras para describirlo siempre le serán escasas.
Con el corazón partido a la mitad, me complace compartirles el siguiente mensaje que he escrito desde el fondo de mi corazón. En particular, para todos los que han perdido un padre, al que recuerdan y extrañan, para todos los que les tocó convivir con un padre tan padre que fue Don Santana Armando Guadiana Tijerina, pero principalmente, para la persona a quien con bombo y platillo, como le hubiese gustado, lo recordaremos hoy y siempre.
Si mencionáramos todas las enseñanzas de vida que nos dejó, nunca terminaríamos, pero me gustaría compartirles lo que yo me llevé en este semestre que está por culminar. De su lucha constante contra el cáncer, me quedo con las ganas de vivir que él siempre tuvo, nunca se rajó hasta el último aliento y ese mismo espíritu aventurero y guerrero lo llevaré a donde quiera que vaya.
Y antes de terminar, quisiera hacer extensivo un agradecimiento especial a las siguientes personas: A mi madre y compañera de vida de mi padre, Lupita, al hijo putativo de Don Armando, Alberto Hurtado y a mi amigo desde la infancia, Toñito. De la misma manera, cito las siguientes palabras dichas por mi señor padre: “Las únicas personas que más me han cuidado son número 1: Lupita y número 2: Hurtado”. No tengo cómo agradecerles lo que hicieron por mi padre hasta el último aliento.
”Padre, descansa allá en el reino de Dios, porque aquí sigues con vida, se te quiere y no se te olvida jamás”. Sé que llegarás al reino eterno como los grandes toreros: en hombros y por la puerta grande.
Con amor de hijo, Armando.