Esta es la historia del sarape: un foráneo distinguido de Saltillo

El Sarape de Saltillo es una prenda artesanal que se elabora a través de una compleja técnica para entrelazar hilos de lana en telares que da como resultado un rectángulo grueso y áspero. Difícil no compararla con las míticas alfombras mágicas de Arabia, su parecido puede que no sea coincidencia, pues la historia que ha prevalecido le atribuye a españoles y árabes esta prenda textil.

La profesora e investigadora de la escuela de Artes Plásticas de la Universidad Autónoma de Coahuila, Argelia Dávila del Boque, indica que la prenda llegó de Europa, derivado la conquista de España a México que fue a partir del año 1517.

Recordemos que, de manera previa, España estuvo dominada por árabes de los años 711 al 1492.

En 1517 los españoles hicieron lo propio en México. Aunque el valle de Saltillo estuvo habitado por grupos indígenas durante miles de años, la historia oficial indica que al llegar los españoles se fundó la villa de Santiago del Saltillo en 1577.

De acuerdo a la historia contada y difundida por Gobierno de Coahuila, los enfrentamientos habidos entre indios y españoles, y el poco avance de la colonización, hizo venir a un grupo de indios tlaxcaltecas para que sirvieran de ejemplo y obediencia. De ahí la relación con estos países y la atribución de la influencia en esta icónica prenda.

Actualmente, han prevalecido tres hipótesis sobre el origen de la palabra sarape. La primera se le atribuye a la lengua náhuatl a través de la palabra tzalapech, que se traduce como entretejido.

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Las segundas se asocian a la palabra con Sarapi, nombre del pueblo persa en Irán, con gran tradición en la elaboración de tapetes. Y la tercera hipótesis es que proviene de la palabra árabe Zarabiy, usada en tapetes de diversos colores.

EL PRIMER REGISTRO

La profesora investigadora, Argelia Dávila, explica que la aparición más antigua del sarape fue en el Códice Mendocino.

Los códices eran la forma en que los pueblos de Mesoamérica documentaban tradiciones y conocimientos. El sistema de comunicación se basaba en imágenes.

Una de estas producciones fue el Códice de Mendoza o Códice Mendocino. De acuerdo a información de la Secretaría de Cultura Federal, este recibe su nombre por Antonio de Mendoza, primer virrey de México, que mando a hacer el documento para que el rey Carlos V conociera la historia de los mexicas.

Este códice abarca de 1325 a 1521.

“Es donde se retrata por primera vez una tilma, como una prenda más bien cortita, parecida al poncho que normalmente la llevaban atada en un hombro o en ambos hombros. Fue en el siglo XVI y es el primer registro visual que se tiene”, explicó Argelia Dávila, quien también realiza un doctorado en Arquitectura y Urbanismo, con línea de investigación sobre patrimonio y emblemas simbólicos.

Cuando los españoles venían a México también traían productos de países árabes. El rey de España estableció rutas seguras para la transportación, estos llegaban a los puertos de Veracruz y Acapulco y de ahí se distribuían al interior del país a través de las ferias que iniciaban en el sur y terminaban en el norte.

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“Entre los productos iban seda, cerámica, textiles y lanas. Entonces ya cuando los tlaxcaltecas ayudan a fundar la ciudad, se dice que llegaban aquí a San Esteban de la Tlaxcala, que es donde se presume que nos llega la tradición de los tejedores, pero no existe una sola teoría al respecto. También se dice que viene desde la época prehispánica”, agregó.

FERIAS HACEN FAMOSO AL SARAPE

Fueron las ferias donde el Sarape tuvo su auge. “La feria de Saltillo fue muy importante alrededor del siglo XVII”, señala Argelia Dávila.

Las ferias servían como un escaparate para la venta de productos extranjeros y locales.

“Se va haciendo muy famosa la feria de Saltillo, por todo era una fiesta. Se llenaba de comerciantes, venían muchas personas para comprar y disfrutar de los espectáculos que se ofrecían como las corridas de toros, de gallos y carreras de caballos”, dijo.

EL AMANECER COMO INSPIRACIÓN

“... Es de clara raigambre tlaxcalteca el sarape de Saltillo, que toma todo el sol del mundo, y todos los arcoíris, y los hacen quedarse quietecitos en sus pliegues...”, así lo describió el escritor Armando Fuentes Aguirre “Catón” en la columna publicada el pasado 3 de marzo, en clara referencia a la hipótesis que dice que el diseño de colorimetría está inspirado en el amanecer.

Aunque el sarape no es exclusivo de Saltillo, sí es de los más famosos. Argelia Dávila indica que los tejedores locales fueron los que pusieron su toque.

“Adaptaron el sarape que, en sí era una manta o una cobija, y empezaron a usarlo como lo necesitaban. Como en la región es muy crudo el invierno, por esta razón empiezan a usar el sarape puesto como una tilma (prenda)”.

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El sarape era un textil utilizado por mayordomos y empleados, y para la clase alta se tejían hilos de oro.

Actualmente, el sarape de Saltillo lo vemos presente en el nombre de su equipo de béisbol, en los logotipos institucionales y comercios locales.

Debido a la disminución de tejedores, complejidad de elaboración y costo, este pasó de ser una prenda de uso común en la mayoría de la población, a ser considerado como una prenda de lujo.