Existen 10 millones de toneladas anuales de desechos tóxicos sin regulación: experto de Saltillo
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A pesar de contar con dos confinamientos en Coahuila, se estima que en México se tiran 10 millones de toneladas de desechos peligrosos sin regulación en todo el país.
De acuerdo con Juan Carlos Loyola Licea, jefe del departamento de metalmecánica del Tecnológico Nacional de México, campus Saltillo, desde el año 2006 se estimó que en el país se generan 8 millones de toneladas de residuos peligrosos.
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Sin embargo, otros expertos estiman que en realidad se producen entre 20 y 30 millones de toneladas anuales, por lo que al menos 10 millones se desechan sin regulación.
“Solo hay tres empresas autorizadas: una en Mina, en Nuevo León; otra en Ramos Arizpe; y otra en General Cepeda. Ellos tienen capacidad para confinar en el orden de 2 a 3 millones de toneladas, es decir, que hay fácilmente otros 10 millones que están fuera de control. La cantidad de residuos peligrosos es altísima. ¿Dónde están?”, expresó Loyola.
El académico del Instituto Tecnológico de Saltillo (ITS) señaló que otro aspecto a considerar es que los pobladores comúnmente rechazan los confinamientos al grado de generar movilizaciones sociales cuando se pretenden instalar.
Para Loyola, la importancia de regular los residuos peligrosos radica en proteger la salud de las personas y del medio ambiente.
“Si las personas están expuestas, puede haber daños a la salud. Ese es un problema. Y si no hay personas expuestas, afecta al medio ambiente, es decir, vas a tener la vegetación dañada o los animales con daño. Esto se hace como medidas preventivas obligadas”, puntualizó.
AÚN REGULADOS, CAUSAN ESTRAGOS
Cabe recordar que desde 2015 fueron comunes las expresiones en contra del Centro Integral para el Manejo de Residuos Industriales (CIMARI), que finalmente se instaló en 2016 en General Cepeda.
Un reportaje de La Jornada publicado en marzo de 2023 expuso que, aun siendo uno de los tres centros de confinamiento autorizados en el país, los habitantes de ejidos cercanos a la cabecera municipal argumentan que los desechos se filtran a los mantos acuíferos y los contaminan.
En septiembre de 2022, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) clausuró de forma indefinida, por segunda vez, el depósito de residuos tóxicos de Noria de la Sabina, pero vecinos del basurero aseguraron a La Jornada que sigue operando de forma clandestina.
De acuerdo con Loyola Licea, los confinamientos deben realizar excavaciones y recubrimientos plásticos especiales precisamente para evitar que los residuos se desborden o se filtren y causen daños al ambiente.
Además, mencionó que los incendios que han ocurrido en 2019, 2022 y 2023 se pudieron agravar por el exceso de material con el que se opera.
“La Profepa sí tiene forma de saber cuáles son los residuos peligrosos que se generan en cada empresa por el tipo de proceso. Tienes un proceso y sabes qué cosas se necesitan para realizarlo, eso no es tampoco ciencia oculta; nada más que esos datos los tiene la autoridad”, explicó Loyola.
El experto se refirió a la NOM-052-SEMARNAT-2005, donde se explica que a través del acrónimo CRETIB se clasifican las características a identificar en los residuos peligrosos, que significa: corrosivo, reactivo, explosivo, tóxico ambiental, inflamable y biológico-infeccioso.