Familiares y amigos se despiden de Pepe Reyes, reportero de Vanguardia

El día de ayer, en la funeraria Renacimiento de Saltillo, amigos y familiares de José Reyes Quintero, conocido con afecto como Pepe Reyes, despidieron al periodista con más de 25 años de trayectoria.

Los servicios funerarios comenzaron a las 08:00 de la mañana, para luego dar pie a la misa de cuerpo presente en la Capilla Reconciliación de la misma funeraria, donde el Padre José dirigió a los presentes un mensaje de esperanza ante la muerte.

“En medio de este dolor, Dios nos da la esperanza de la vida eterna. ¿Dónde está José? En la presencia de Dios. Los invito a que agradezcamos el tiempo en el que estuvo con nosotros, por todas las cosas buenas que obtuvimos a través de él.

“Dice Santa Teresita del Niño Jesús que todo tiene un propósito y detrás de todo acontecimiento está el amor de Dios (...) nuestro José ha muerto repentinamente, nos sentimos devastados, pero es importante recordar que por algo Dios permite las cosas, por algo José no tuvo una enfermedad prolongada y por algo ya está ante la presencia de Dios”, expuso el sacerdote.

Igualmente, tuvo unas palabras para sus padres y esposa, Claudia Araceli Palomo López, a quienes recordó que el periodista de VANGUARDIA siempre fue un hombre de fe.

“José está en la presencia de Dios, porque estaba abierto al amor de Dios y Dios busca cualquier rendija, cualquier oportunidad, para salvarnos, para transformarnos. Ya goza de esa paz. Yo quiero invitar a los papás de José a vivir este tiempo. El dolor va a estar presente, porque cuando hay amor hay dolor, están unidos, pero también dar gracias por el tiempo que estuvo con nosotros, por todo lo bueno.

“Te invito, Claudia, a considerar que José te va a seguir acompañando. El amor es para siempre, es más allá de la muerte. La ausencia duele, pero te invito a que des ese paso de fe, ábrete a esa experiencia: ¿Qué es lo que quisiera él para ti? Que fueras inmensamente feliz”, expuso el Padre José.

Durante la misa, también se resaltó la importancia de vivir reconciliados con Dios, con nosotros mismos, recordando que la existencia tiene un propósito, el cuál es importante tener presente: ¿Cómo ser una bendición para los que nos rodean?

Pepe Reyes siempre lo tuvo claro: su propósito fue informar, usar su pluma con rigor, ir por “la de ocho columnas” en el periódico, pero ante todo, ser una bendición como hijo, como hermano, como esposo, como tío, como amigo.

Así dieron cuenta sus familiares que tomaron la palabra, quienes agradecieron la presencia de amigos y compañeros de oficio, quienes tuvieron la suerte de convivir con Pepe Reyes, el periodista al que todos le tomaban la llamada, pero sobre todo la persona que siempre ofrecía una sonrisa.

Descansa en paz, Pepe, que ya estás en el mejor palco para ver a tus Rayados.