Industria automotriz teme impacto por jornada de 40 horas

Temiendo que su aplicación inmediata impacte la operación continua del sector —lo que se sumaría a las presiones económicas derivadas de los nuevos aranceles y la próxima revisión del T-MEC—, la industria automotriz pidió flexibilidad en la reducción de la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales.

En vista de la nueva reforma en la materia, aún en discusión, dicho ramo busca que se reconozca la especificidad de su operación y se garanticen condiciones que no comprometan su competitividad ni su capacidad productiva.

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El presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), Rogelio Garza Garza, propuso “un tratamiento especial”, destacando el compromiso de sus representados con el empleo, la productividad y el crecimiento económico, y sugirió medidas que favorezcan tanto a las empresas como a los trabajadores.

Precisamente durante el tercer foro nacional para la reducción de la semana laboral de 48 a 40 horas, celebrado en Jalisco, el dirigente advirtió que esta reforma podría afectar la estructura operativa de las 20 plantas de vehículos.

Esto también podría impactar a ocho de motores y siete de transmisiones que operan 365 días al año, bajo un esquema de tres turnos para alcanzar una producción de 14 mil unidades diarias, refirió.

“Para nosotros es sumamente importante el esquema que utiliza la industria automotriz”, expuso, y demandó “que se tome en cuenta que generamos un millón de empleos directos, y representamos el 4.5 % del PIB nacional, así como el 35 % de las exportaciones manufactureras”.

La AMIA puso sobre la mesa que la reducción de la jornada se base en horas, no en días, y que se establezcan incentivos como la deducción del 100 % en prestaciones sociales que pagan las empresas, además de eximir de esta reforma al personal de confianza.

Por otra parte, demandó que, antes de avanzar con la reforma, se atiendan “los riesgos” derivados de las tensiones comerciales con Estados Unidos y de la revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).

“Nuestra sugerencia es atender primero la problemática de los aranceles y de la revisión del tratado, y trabajar la iniciativa en paralelo”, precisó.

Por su parte, Raúl Flores López, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) en Jalisco, se pronunció por una aplicación gradual de la reforma, pues hacerlo de inmediato podría costar al estado más de 24 mil millones de pesos anuales.

Según una encuesta local, el 53 % de las empresas considera que esta reducción tendría un impacto negativo.

Altagracia Gómez Sierra, coordinadora del Consejo Asesor Empresarial del Gobierno Federal, convino en que la nueva jornada debe considerar aspectos como la capacitación, el fortalecimiento del empleo y la productividad.

Trajo a colación que las últimas reformas laborales se han construido mediante el consenso entre trabajadores y empresarios.

(Con información de Clúster Industrial)